Diccionario histórico geográfico, Hervás y Buendía (2)

Hervás y Buendía, Inocente. Diccionario histórico geográfico, biográfico y bibliográfico de la provincia de Ciudad Real. Ciudad Real, 1914

CIUDAD REAL

CATEDRAL.- Pobre y reducida iglesia en su principio, de la que únicamente se conserva la puerta principal colocada detrás del coro, con señales ciertas de no ser éste su primitivo asiento, en 1531 se hallaba ruinosa y el Cardenal Astorga concedía licencia para la construcción del templo actual más en harmonia con las exigencias de una población rica y fervorosa. Consta por una inscripción que el arquitecto Antonio Fernández cerro sus bóvedas en 1580, colocándose su armadura y tejado en 1764. Las sacristías datan del 1551 la antigua y del 1632 la nueva. EI citado Antonio Fernández construyó la obra de mampostería del coro en 1581 y Juan de Villaseca apoderó á Alonso de Rojas para contratar de la construcción del retablo mayor según la traza hecha por Andrés de Concha, contratándole con Jiraldo de Merlo y Juan Hasten, su yerno, en 10.500 ducados. Los pintores Cristobal y Pedro Ruíz de Elvira ejecutaron el estofado y dorado del mismo recibiendo por pago de su trabajo la cuarta parte: del importe de la obra. En 1640 se hizo notar, que la gran anchura de sus bóvedas podía dar ocasión a su ruina, determinándose la construcción de los estribos y reparación de la torre, cuya obra ejecutó Ignacio Vélez Calderón en 1651 por 3.000 ducados. La torre se terminó en 1825 bajo la dirección del arquitecto den Joaquín Romero.

NTRA. SÑA. DEL PRADO.-- Caminando siempre los historiadores de Ciudad-Real por los tortuosos senderos de La ficción y De la hipótesis desdeñaron la investigación seria y detenida de Las fuentes de la Historia, aumentando la obscuridad, que rodear suele á los acontecimientos á larga distancia de nosotros. Los funestos frutos de esta perjudicial é infecunda labor hacen que la historia de esta ciudad se halle aún en la infancia y La necesidad de reconstituirla á la luz de, los documentos que respetó el tiempo y de la Arqueología.

Como las creencias religiosas son patrimonio del pueblo, al contrario de los problemas científicos que son del dominio de pocos y aquellas extiendan por igual su influencia salvadora á la vida social y doméstica; hiciéronlas Los falsarios el blanco de sus descaradas ficciones, arraigando tan fuertemente en la conciencia del vulgo, que, no es obra de un dia el desterrar las sombras, que empañan y deslucen nuestras más preciadas joyas históricas y religiosas. ¿Cómo el error, cual imponente y devastador alud inundó así á nuestras aldeas como a nuestras ciudades y pudo hacer tan fuerte presa tanto en el vulgo como en inteligencias bien cultivadas? D. Luis Delgado Merchán, escritor infatigable y observador atento de las cosas de Ciudad-Real nos da la razón, diciendo: Las pretensiones del Clero de Santa María surgieron como por encanto de las regiones del olvido, rodeadas de todas las galas con que las revisten hasta entonces inmentadas tradiciones, recogidas por el Lic. Mendoza y Porras, ó extractadas, en decir suyo, de antiguos papeles y pergaminos casi ilegibles por el tiempo y elevadas más tarde á la categoría de historia por el Carmelita Fr. Diego de Jesús María. Los antecedentes de este libro nos informan bien á las claras de su espíritu y valor. En 1643 dirigía atento memorial á la cofradía de la Virgen pidiendo cuantas noticias conservara en su archivo para la historia que trabajaba, y aquélla puso á su disposición la Historia del Aparecimiento de Nuestra Señora, de Mendoza y Porras, escrita en 1587. Las solemnidades que precedieron á su entrega y devolución son ridículas en demasía y demuestran la lamentable ofuscación que todos padecían.

El extraordinario aumento de tablas y pinturas declaratorias de milagros que motivó una fuerte y bien razonada reclamación de la clerecía de S. Pedro por este mismo tiempo, el cual veía en ellas una trasgresión de las leyes disciplinares de la Iglesia, muy especialmente de lo dispuesto en el Concilio de Trento, es un hecho interesantísimo, que precisa conocer, para apreciar en justicia y señalar los móviles é intenciones que dieron tan extraordinario incremento á estas preocupaciones. Con la sinceridad y sobriedad, á que ajustamos siempre nuestras narraciones, consignaremos el resultado de nuestras investigaciones acerca de esta santa y veneranda Imagen.

Obscuridad impenetrable se cierne ciertamente sobre los orígenes de su culto; mas por su primitivo nombre de Santa María y el fervoroso amor que La Mancha de la Edad Media profesó á la Madre de Dios, de que son testimonio elocuente el gran número de iglesias, ermitas y santuarios por doquier erigidos en su honor, podemos fundadamente conjeturar, que los primeros pobladores de Pozuelo de D. Gil en tiempos cercanos á nuestra Reconquista dedicaron su pobre iglesia á Santa María, la que por el sitio y lugar que ocupaba recibió la advocación del Prado. Creciendo su culto y devoción en la medida que Villa Real se desarrollaba y extendía, merced á leyes protectoras, hasta cumplir los deseos del Rey Sabio, llegó á ser el celestial refugio y consoladora esperanza de esta ciudad, que había nacido bendiciéndola y crecía y crece aún de gratitud henchida por su no interrumpida protección.

El Concejo de Villa Real tuvo siempre por patrona a esta divina Señora y su fiesta principal de 15 de Agosto corrió en todo tiempo á su cargo, destinando para ella todos los años cantidades respetables, que una comisión de su seno distribuía en lo que correspondía á la función religiosa y regocijos populares. Consistían estos últimos en la feria, que atraía gran concurrencia y toros; espectáculo muy querido de sus vecinos, pues cuando á últimos del pasado siglo el gobierno ponía enojosas trabas para dificultar su celebración, la ciudad no escaseó sacrificios, para no verse privada en estos días de su favorita diversión.

Piadosa y bien nutrida cofradía se consagra á perpetuar su culto y devoción, muy rica en gracias espirituales y agregada por el Papa Clemente VIII al colegio de S. Bernardo de Roma. Ricas ofrendas y valiosas donaciones, entre las que descuellan las de sus Hijos de América, los cuales desde aquellas apartadas regiones no se olvidan de manifestar por generosas dádivas el amor que tenían á tan excelsa Señora, hacían que su culto fuera espléndido y su casa se convirtiera en una joya de! arte ricamente dotada. Juan 11. Vélez cejó toda su hacienda á esta iglesia, con el encargo de iundar la misa de once diaria y, construir una capilla para la Virgen; pero el clero se negó á que, la santa imagen estuviera fuera de su trono y esta disposición no tuvo efecto.

En junio del afín 1763 se acordó por el ayuntamiento que el 25 ele Mayo de todos los años se celebrara con toda festividad y devoción la de la APARICION DE NUESTRA SEÑORA DEL PRADO PATRONA, FUNDADORA y RESTAURADORA DE LAS DOS CASTILLAS, la que hasta entonces se hacía por sus particulares, devotos, quedando desde aquella fecha como voto de la ciudad. Los títulos tan extraños con que adorna aquí el ayuntamiento a tan divina Señora, dicen bien a las claras el espíritu de que se hallaba poseído y nos excusas de todo comentario.

SAN PEDRO.- Digno de mencionarse el que los diplomas pontificios y gran número de documentos públicos le den el titulo de Iglesia de San Pedro y de San Pablo, explicándonos la razón de los cultos que anualmente dedica á los santos Apóstoles. Del estudio del edificio, continúa el Sr. Ramírez de Arellano, puede conjeturarse se construyó en el último tercio del siglo XIV, las tres portadas y parte de los muros exteriores del primer tercio del XV las diferentes obras que han sido necesarias para evitar su ruina determinan en el edificio, especialmente en la parte de afuera, una serie de construcciones de muy distintas épocas la capilla mayor se reconstruyó en 1473 Por el regidor perpetuo Fernando de Torres; en 1827 se restauró el retablo mayor, colocando en su centro el cuadro de Luís López, hoy á los pies de la iglesia, reemplazado en 1863 por el retablo de escayola construido por D. Silvestre López Donaire, en 1762 se sustituyó la escalera de ladrillo por la de piedra que hoy ostenta y dos años después se hizo el blanqueo general de toda la iglesia, exceptuando las capillas por negarse á este gasto sus patronos.

Dª. Juana Manzolo Treviño de Loaisa construyó la capilla de la nave del Evangelio en tiempo de tos Reyes Católicos, según lo da á entender el escudo que corona su portada, dedicándola á S. Juan B., y sus herederos fundaron en ella una capellanía servida por seis capellanes para que en ella se celebrase misa diaria. La imagen de Jesús Nazareno, que hoy se venera en ella, pertenecía al convento de PP. Dominicos, donde desde antiguo tenía devota y numerosa cofradía. En el triste periodo de la invasión francesa estuvo depositada en la iglesia de las religiosas dominicas y á la supresión del convento de dominicos en 1821 se instaló juntamente con su cofradía en esta capilla, por haberse extinguirlo el patronato fundado en ella y pertenecer como la de los Veras á esta iglesia.

La capilla del lado de la Epístola se denominaba de los Veras, de sus fundadores, se dedicó al Smo. Cristo de la Oración y á Ntra. Sra. de Guadalupe y por amenazar ruina y negarse los patronos a su reparación, la efectuó la iglesia, entrando en su posesión previo expediente en 1650. Existía en esta iglesia desde el año 1599 devota cofradía del Santo Crucifijo de San Pedro, que después tomó el título “del Perdón” trasladado a esta capilla en 1822. Reorganizada su cofradía en 1857 le añadió el título de las "Aguas” porque en repetidas ocasiones de pertinaz sequía, pueblo y cofradía habían recurrirlo á su poder y obtenido el beneficio de ser oídos y remediados. La fiesta que celebraba la cofradía en la Cruz de Mayo respondía á un acto de gratitud por haber sido socorridos en circunstancias en extremo aflictivas y penosas— 1317— Cierran estas dos capillas magnificas rejas del mejor gusto del renacimiento español.

D. Fernando Alonso de Coca, Chantre de Coria, canónigo de Sigüenza y capellán de los Reyes Católicos edificó la capilla conocida en lo antiguo por del Chantre y hoy comulgatorio, destinándola para su enterramiento y para el de los de su linage, dedicándola á la Santa Concepción de la Virgen Santa María y en Abril de 1502 fundaba una capellanía ó patronato de legos en la misma. En 1765 se erigió el retablo y efigie de S. Juan B. en la nave de la umbría á expensas de D. Clemente Sánchez de Torres, del hábito de S. Juan y se doraba con limosnas de sus devotos el de Ntra. Señora de la Guía.

El Bach. Juan de Arévalo, que por espacio de 40 años fue cura de esta iglesia, dedicó su cuantiosa hacienda á fundaciones piadosas, de algunas de las cuales hemos de hablar después, y el sobrante se había de emplear en la construcción del coro, embellecimiento del templo y en la adquisición de objetos para el culto á juicio de sus albaceas. Estos hacían entrega del sobrante de las rentas al mayordomo de fábrica y de acuerdo todos procedían á la ejecución de las obras proyectadas. Construyeron primeramente la sacristía nueva, con sus portada, exterior é interior y el relicario á su frente. El P. Juan Baut. Pacheco de la Comp. de Jesús fue autorizado por el Papa Clemente VIII para extraer de los cementerios de Roma y de varias iglesias de España reliquias de santos para enriquecer esta iglesia y en el año 1599 depositaba con las solemnidades correspondientes las reliquias del Manto de Ntra. Sra. de Loreto, de los Cuarenta Mártires, de Sta. Lucía, S. Andrés, Sta. Apolonia, Sta. María Magdalena, de S. Juan Bautista, de S. Blas, de Sta. Dorotea y dos pedacitos del Lignum Crucis, que tuvo después devota cofradía enriquecida con indulgencias por el Papa Inocencio X en 1650. “E despues de lo susodicho..... y estando en la dicha iglesia parroquial de los apóstoles S. Pedro y S. Pablo..... entregadas las dichas reliquias..... fueron puestas y asentadas en esta forma, en una arca hecha para este efecto de madera dorada guarnecida de carmesí, chapeada de florones de plata. Se puso primeramente la reliquia de la Santa Cruz en una cruz de plata dorada con muchos cristales en uno de los cuales que esta enmedio de la dicha cruz está encerrado un agnus de cera blanca en que está pegada la dicha reliquia; las reliquias de San Juan Bautista y las reliquias de la Magdalena en dos cavezas de madera doradas de oro mate amodo de bronze; y las reliquias de S. Blas y de S. Dorothea en dos piedras redomas de cristal, la una de S. Blas guarnecida de plata y la otra con un pie y corona de madera dorados; y las detrás reliquias cada una en su relicario de plata fina, de diversas formas y hechuras y despues de puestas todas las dichas reliquias por buena orden en la dicha arca..... el dicho vicario cerró la dicha arca con quatro llaves..... y dió y entregó las dichas llaves en esta forma, la primera..... el dicho señor vicario, e..... la otra llave..... el cura propio..... la otra..... el beneficiado mas antiguo..... y la otra..... entregó á D. Francisco Galiana Bermudez regidor ale esta ciudad.,

A la vez que en el año de 1590 se construía la portada de ingreso de la torre, los albaceas del dicho Juan de Arévalo contrataban con Antón Fernández, arquitecto y entallador de esta ciudad, la construcción del coro, empleando los materiales yeso y ladrillo, las rejas que le habían de cerrar, gradas cae ingreso y del altar de Ntra. Sra. de la Guía y la Puerta del Perdón, terminando su obra el 1615. Tres años después el escultor Juan Espinosa construía la sillería y tallaba los escudos del frente.

Tan generoso bienhechor no había de olvidarse de contribuir al esplendor y mayor solemnidad del culto de su iglesia. A los cuatro beneficios de antiguo establecidos y ú los ocho racioneros fundados en 1571 por D. Alfonso Estrada, gobernador de Nueva España, añadió cuatro raciones más con la dotación de 8.000 mrs. y la obligación de alternar en el altar y coro con los anteriores. Completó el servicio instituyendo dos racioneros cantores, niños de coro ó seíses, habiéndoseles de dar además de la instrucción musical la enseñanza de Gramática, pertiguero y campanero, todo decorosamente dotado. Rezaban horas menores, vísperas y completas.

CONVENTO DE SAN FRANCISCO.- La junta que en él celebraron el delegado del Arzobispo de Toledo y los cólmeneros y ballesteros en 1353, para transigir el pleito que sostenían, es la noticia más antigua que tenemos de la existencia de esta casa de los religiosos de San Francisco. Suprimido en virtud de la ley de 1820 pasaron los religiosos que le habitaban al de Santa Cruz de Mudela. Elegido para Hospicio provincial se inauguró en 1° de Enero de 1860, tomando la advocación de S. José. Del siglo XIII no queda en este edificio sino un resto de portada abocinada entrada de la primitiva iglesia del monasterio. También existe la Virgen de la Correa, de marmol, que es un buen ejemplar de la escultura cristiana del siglo XVI.

CONVENTO DE SANTO DOMINGO.- De la Orden de predicadores y de la provincia de Andalucía se fundó bajo la advocación de Santa Domingo en el año 1399. Su iglesia fué antes sinagoga, la cual en la ruina que sufrieron los judíos con motivo de las persecuciones de que fueron objeto en el siglo XIV fué dedicada á S. Juan Bautista. El concejo les cedió á los religiosos la calle del Compás y Juan Rodriguez de Villa Real unas casas. Suprimido en 1821 fué convertido en ruinas, salvándose únicamente la sillería del coro, que se conserva en la iglesia de Torralba.

CONVENTO DE LA MERCED.- D. Andrés Lozano, capitán en las colonias de América, por su muerte ocurrida en Sevilla dejó mil ducados para la fundación de un convento de mercenarios descalzos en esta ciudad, de la cual era natural. Se dió principio al expediente en 1613, siendo curiosos en extremo los informes dados por las demás casas de religión, opuestas á esta fundación. Al fin el comendador prometió que la nueva casa viviría de sus rentas y sostendría además una cátedra de Gramática. En 1821 vinieron á habitar esta casa los religiosos de Argamasilla de Alba y en 1." de Noviembre de 1843 se estableció en ella el Instituto provincial, habiéndose ejecutado varias obras en el edificio para adaptarlo á este destino. A la creación del Obispado-príorato se instaló en su iglesia la parroquia de Santa María del Prado.

SAN ANTONIO ABAD.- La nueva iglesia se abrió al culto en 1717 y se extinguió su comunidad en 1785.

CONVENTO DEL CARMEN.- D. Antonio Galiana y Bermúdez fundó un mayorazgo para una sobrina, con la condición de que si no tenían sucesión fundase un convento de religiosos descalzos del Carmen. La Orden reclamó á su muerte el cumplimiento de esta disposición y en 30 de Mayo de 1610 tomaron posesión en un pedazo de casa, que les dieron las monjas, después. se trasladaron á la calle de Toledo, hasta tanto que, zanjadas las diferencias con los herederos, se construyó la iglesia en 1619, prosiguiéndose la construcción del convento. Los religiosos abandonaron su casa en 1821, siendo destinados al de Almodóvar, de la misma Orden, destinándose este edificio á hospital municipal hasta el año 1867, que se declaró provincial y edificándose el nuevo edificio por la Diputación á este benéfico objeto, se ha utilizado para manicomio también á cargo de la provincia.

CARMELITAS.- El citado D. Antonio Galiana y Dª. lsabel Treviño, su mujer, determinaron hacer un convento de la Orden de Montesa, á cuya milicia aquél pertenecía, pero variando de parecer llamaron á las hijas de Sta. Teresa, viniendo del convento de Toledo con su priora M. María de Jesús, instalándose el 11 de Febrero de 1596 y se tituló de S. Antonio Abad y de Sta. Isabel, por ser éste el deseo de los patrono. "Cayendo este convento, continua el cronista, dentro de las casas del convento de los padres dominicos, mostraron éstos sentimiento: pero se acallaron, sabiendo, que. su casa se labraria en la parroquia de Santa Maria.

FRANCISCANAS.- Con el nombre de Santa Maria de Jesús y de la Concepción es indistintamente nombrado este convento de la provincia de Castilla. Beatas de la Orden tercera D. Luís de Marmol, escribano de la Chancillería de Granada, les dió su hacienda y fundó este convento, profesando la clausura según lo dispuesto por el Concilio de Trento y Constituciones pontificias. El ayuntamiento cumple en esta iglesia desde la exclaustración de los frailes el antiguo voto de celebrar la fiesta de la P. Concepción.

SAN JUAN DE DIOS.- D. Diego López Tufiño y el Lic. Antonio de Torres, del Tríbunal de la Inquisición de Potosi, determinaron dedicar su hacienda á la fundación de un hospital en Ciudad-Real, su patria. Muerto Tufiño, fué su heredero Torres y al regresar á España trató de la fundación con el general de la Religión de S. Juan de Dios, eligiendo la Huerta del Pangino, frente á la casa que habia sitio Chancillería, pero viendo ser lugar bajo é insano. se fijaron en la casa principal de D. Jerónimo Muñóz Triviño de Loaysa, junto al Beaterio de la O. de S. Francisco, donde fabricaron dos salas para 30 camas, al cuidado de 8 religiosos- 1643— En 1660 se dió comienzo á la fábrica de la iglesia invirtiéndose en la obra más de 40 años. Tomó la advocación del Espíritu Santo. En este edificio se hallan establecidas las Escuelas normales de maestros y maestras, inaugurándose la primera en Abril de 1842 y la segunda en t 860.

DOMINICAS.- Dedicado a N. Sra. de Altagracia fué fundado per Allonso "Pérez de Ledesma y su mujer Dª. Mencía en el reinado de D. Juan II.

CASA DE PP. MISIONEROS DEL CORAZON DE MARIA.- En una de las mejores casas de esta ciudad se edificaron la casa para ejercicios de sacerdotes y la que habitan Los padres, inaugurándose con toda solemnidad en 24 de Noviembre de 1895.

HOSPICIO.- D. Luís Tamayo, vecino del Corral, dejó la mayor parte de sus bienes para el sostenimiento de los hospitales de Toledo á juicio y prudencia del Arzobispo. Por este tiempo meditaba ya y tenía muy adelantado esta ciudad el proyecto de establecer un hospicio, en el que se instalaran manufacturas y artes, para enseñanza de los asilados; y al efecto había conseguido la autorización competente, para aplicar á este objeto algunas memorias. Al tener noticia del testamento del Sr. Tomayo representó al señor Lorenzana el pensamiento que acariciaba, la necesidad que de esa casa de caridad tenía como la escasez de medios con que contaba para su realización; lo que bien entendido por el Prelado, tuvo por justas y atendibles las razones expuestas por este ayuntamiento y determinó desde luego aplicar á este objeto el legado cuantioso del generoso vecino del Corral, con más lo que fuese necesario, encargando de su ejecución á su vicario. Hizo los planos el arquitecto D. Eugenio López Durán; escogiéndose para su fábrica a terrenos particulares y la calle del Cohombro para los edificios destina los á talleres, dándose principio á la obra en la primavera de 1785. El Eminentísimo Sr. Cardenal Lorenzana le dió el nombre de Real Casa de Caridad con sus Ordenanzas, inaugurándola el 29 de Abril de 1788, celebrando el santo sacrificio de la misa en una de sus salas, por hallarse la iglesia sin concluir, dió de comer á los asilados, asistiéndolos él mismo y á presencia de todas las autoridades de la ciudad. Con dicho carácter subsistió hasta la entrada de las tropas francesas en 27 de Marzo de 1809, desde cuyo lamentable acontecimiento dejó de ser asilo de menesterosos para convertírse en cuartel. Por su situación sirvió de fuerte á los franceses, é igual destino tuvo en la guerra civil. Después se han hecho en él obras de importancia, siendo uno de los buenos cuarteles de España.

HOSPITAL DE LA CONCEPCION.- Dos casas de misericordia existían con este nombre en esta ciudad. La primera fundación del capitán Cristóbal de Mena y de su mujer Ana Mejía, llamado también Colegio de pobres nobles, establecido en la casa que habitaban sus fundadores, en la calle Real, colación de S. Pedro, junto al hospital de Juan Flores y no lejos de las casas que después habían de ser hospital de S. Juan de Dios. En 1760 se convirtió en Hospital Real y sus fundadores construyeron para su enterramiento una capilla en el convento de S. Francisco. La segunda fundada por Hernando de Poblete para proporcionar habitación á mujeres solteras y pobres, las cuales el 25 de Diciembre recibían un corto socorro.

EL REFUGIO.- Fundado por una congregación de eclesiásticos establecída para este piadoso objeto, la que pedía limosna por la ciudad, con el fin de allegar fondos para su sostenimiento; pero D. Francisco Treviño dejó á esta obra pía una renta de 4.000 reales, y desde entonces dejó de pedir.

HOSPITAL DE LA SANTA HERMANDAD.- Hospedaje de las familias de los reos y de cuantos venían empleados en su defensa.

HOSPITAL DE S. BLAS.- Casa albergue de pobres transeuntes.

POSITO.- Entre las fundaciones benéficas merece especial mención el Pósito por el alivio que en él encontraron siempre los labradores, no menos necesitados de ayuda y protección. Su administración confiada á dos diputados nombrados por el concejo fué siempre proba, honrada é inteligente, pues enagenando sus existencias cuando la cosecha estaba asegurada y los vecinos no demandaban su auxilio, y comprando granos en los pueblos de la comarca, cuando la escasez de lluvias ó la langosta hacían aquí la recolección escasa, le permitió en todo tiempo acudir con mano pronta y generosa al socorro de la agricultora, abatida en La Mancha más que en parte alguna por la escasez de las lluvias, los desarreglos del clima y destrozos del devorador insecto. Al siglo XIX cábele la triste gloria de haber concluido con institución tan bienhechora, y hoy el labrador apurado, para hacer frente al implacable fisco y á los alcabaleros de oficio, crueles y sangrientos siempre, tiene que recurrir á los modernos judíos, que ya no tienen sobre si un Alfonso que declare ilícito su oficio, ni los públicos anatemas y general aversión de un pueblo valeroso y digno, y entregarse en sus garras, depositando en las arcas del insaciable usurero el sudor de su vida toda y el porvenir de sus hijos.

INSTRUCCION.- D. Antonio de Torres Treviño dejó bienes bastantes para la dotación de una cátedra de Gramática y Elocuencia, á los que se agregó la memoria de Diego López Tufiño, fundada con este mismo objeto; por haber perecido estos bienes ó por formar parte de los comunales abonaba este ayuntamiento al preceptor de Gramática trescientos ducados anuales, que gravitaban sobre la dehesa de la Atalaya; pero apremiado por las funestas consecuencias de la guerra francesa suprimió en 1821 esta dotación. Aunque el fundador habia dispuesto se diera la cátedra por oposición, se concedió á los religiosos de S. Juan de Dios, pero visto que éstos no concedían á la enseñanza la importancia que merecía, se dió á seglares previa aprobación de su suficiencia hecha ante los superiores de los conventos de Santo Domingo y San Francisco.

VOTOS.- Merece muy especial mención entre las obras pías de esta ciudad los votos de su ayuntamiento. Es el más antiguo la festividad del Corpus; coincidiendo su institución por Urbano IV con la reorganización de este concejo al calor de los privilegios de los Reyes de Castilla, todo induce a creer que asociado Villa Real al regocijo general de la Iglesia votó su celebración como carga pública, la que en todo tiempo cumplió fielmente. Clero y concejo asistían á la procesión, la que salía de la parroquia de Santa María y se dirigía á San Pedro, donde se celebraba una misa solemne, efectuando después su regreso. Esta detención dió origen á un largo litigio entre las comunidades religiosas y el clero de Santa María por un lado, los que tenian esta práctica como abusiva y contraria á lo dispuesto por Urbano IV en el Breve de su Institución, y el ayuntamiento y clero de San Pedro por otro, que la defendían como conforme con los ritos y autorizada ya por ínmemorial costumbre. Desde el Consejo de la Gobernación del arzobispado de Toledo Ilevóse el pleito á la curia romana, nombrando el Papa un juez eclesiástico, el que oídas las partes dirimió la contienda en favor de la supresión de la dicha misa en San Pedro. El gremio de barberos por antiguos usos había de hacer una danza en a la carrera de la procesión; pero en 1530 no estaban de humor para bailar y se resistieron, entablándose el pleito consiguiente, que ganaron en Valladolid.

Hermosísimo es también el testimonio que dá esta ciudad de su antigua creencia y devoción fervorosa en el misterio de la Concepción Inmaculada de la Virgen María. Sus corregidores, alcaldes, regidores y demás oficios de justicia, desde muy antiguo, juraban defender y sostener aun á costa de su vida esta hermosa verdad de la fé católica; una imagen de la Concepción Purísima recibía culto en la capilla de la casa ayuntamiento, presidía otra en su sala de sesiones y el viajero que llegaba á sus puertas saludaba devoto á la Madre de Dios, que coronaba sus arcos y le advertía estar aquel pueblo especialmente consagrado á su amor. Pero el ayuntamiento de 1731 t quiso añadir un nuevo testimonio de su devoción á María en este misterio augusto y decretó un voto especial, una obligación perpétua de celebrar la Concepción de la Virgen en el convento de S. Francisco el domingo infraoctava, para no estorbar á los frailes su principal solemnidad un su propio día.

ALCAZAR.- De este antiguo edificio, que Alfonso X legara á Villa Real, sólo existe un lienzo de muralla, en el que se abre una puerta de arco apuntodo con un ancho dovelaje de sillares colocados de plano. En el bocel, que éste presenta por su parte exterior, se perciben aun unos salientes, aunque deteriorados, no tanto que no se perciban una ladilla y dos cabezas de leones, signos heráldicos de D. Alfonso el Sabio.

MURALLAS.- La guerra entablada desde su principio con la Orden de Calatrava y con insistencia cruel sostenida, hizo pensar á sus vecinos en proveerse de defensas, que los pusieran al abrigo de toda sorpresa. Del año 1297 es la cuenta más antigua, que su archivo conserva, de las cantidades empleadas en la construcción de sus torres y muros, no dejando después año alguno, sin atender a su mejoramiento y reparación. La desecación y saneamiento de los Terreros obligó a verter en ellos todo el lienzo comprendido entre las puertas de Toledo y La Mata. Vendidas por el Estado van desapareciendo sus fuertes torreones a impulsos de la piqueta para dedicar su gruesa cantería como materiales de construcción.

Hasta el año 1600 únicamente daban ingreso á la ciudad las puertas de Toledo y Alarcos y portillo ó postigo de Santa María. La porfiada y sangrienta lucha sostenida con la Orden y la difícil defensa de su extenso perímetro así lo exigían. La puerta de Alárcos se compone de un arco sencillo, sin mas adorno que el blasón de. España entre dos reyes de armas. Los trajes de estas estatuas acusan la época de Felipe lll.

PUERTA DE TOLEDO.- Para dar cuenta cumplida de este precioso resto de la arquitectura militar del siglo XIV, creemos lo más conducente trascribir íntegro el INFORME que obra en esta Comisión de Monumentos, presentado por el Sr. D. Casimiro Piñera y Naredo, hoy Prelado ilustre de esta diócesis, en 27 de Enero de 1891, el que escribió en virtud de encargo de dicha Comisión.

Hallase emplazada esta puerta al fin de la espaciosa y larga calle de Toledo y principio del antiguo camino que conduce á la ciudad del mismo nombre. Compónenla seis arcos de esbelta y variada forma, flanqueados por dos fuertes torreones de planta rectangular y de doce metros de altura por cuatro de frente. Su fábrica es de mampostería gruesa en los lienzos y de siIlares en los angulos, esquinas y arcos y la piedra caliza, de esta localidad. Indudablemente estuvo antes coronada de almenas con sus correspondientes parapetos, mas hoy se encuentra despojada de estas defensas y adornos.

De uno á otro torreón avanzan sus seis arcos, de los cuales, los tres que caen hacia el campo, si bien diferentes entre si, corresponden y son exacta y respectivamente iguales á los otros tres, que caen hacia la ciudad, formando graciosa combinación, variada en los detalles y perfectamente eurítmica y armónica en el conjunto.

El primero, tanto de la parte de la ciudad como del campo, es de estilo ojival, del segundo período en sus comienzos y figura apoyarse sobre columnas de alto relieve adosadas á los muros laterales, de los que arrancan á unos cuatro metros del suelo, con fustes cilíndricos y capiteles cónicos, exornados de hojas de vid, con solo un espesor de cuarenta centímetros y ostentando su clave á la altura de nueve metros del suelo, aparece este arco ligero y atrevido, gallardo y gentil.

El siguiente (también á una y otra parte, en dirección del centro del paso), de menores dimensiones, descansando sobre pilastras empotradas en los muros y coronadas de impostas, es de los llamados de herradura del primer período de la arquitectura árabe. Hállase completamente separado del primero, en todo su ancho, por una abertura de unos sesenta centímetros de espesor, que bajo el punto de vista estratégico, podía sustituir con ventaja á las buhardas o matacanes.

Estos dos arcos, gótico el uno, árabe el otro, separados entre sí por su parte superior, cobijado éste por aquél y formando ambos armónico y bellísimo conjunto, parecen simbolizar la doble raza de cristianos y mudejares que constituían entonces el núcleo de esta población, amparándose los segundos bajo la noble y franca protección de los primeros, y viviendo, á pesar de sus distintas creencias religiosas, en la mejor paz y harmonía, y hasta mutuamente contentos y satisfechos.

De igual vano, pero no árabe ó mudejar, sino gótico, es el tercero y más céntrico. Entre él y el anterior media un espacio ó recinto de planta casi cuadrada, circunscrito á derecha é izquierda por el muro intenso de los torreones y, por delante y atrás por el frontón de, los referidos arcos Ciñelos, á la altura de ocho metros del suelo, un triple bocel que, bífurcandose en los ángulos y trepando por la parte superior de los muros, los corona de arcos ojivales, cruzando en sentido diagonal, da origen á los nervios de las bóvedas, cerradas por claves en forma de disco.

En uno de estos espacios (el de la parte de la ciudad algo más reducirlo que su correspondiente que dá hacia el campo), existe a la derecha según se sale, un postigo, también apuntado, abierto en el muro de uno de los torreones, que comunicando con una escalera interior, dá acceso al adarve.

Entre los dos arcos góticos de reducido espesor y exactamente iguales que se hallan en el centro del paso, hay una especie de ranura, extendida de uno á otro torreón y abierta por arriba, donde encajaba el rastrillo, que ya no existe, como tampoco el portón, que cerraba por dentro el arco exterior de herradura; pero de su uso quedan en los muros profundas huellas.

Sobre la clave de este arco árabe ó mudejar, vése esculpido en piedras un escudo con castillos y leones, y en el correspondiente del lado de la ciudad, á la misma altura, una lápida de piedra, de poco más de un metro de alto por unos sesenta y cinco centímetros de ancho, incluso el marco ó moldura que la ciñe alrededor, de unos quince centímetros de ancho, y en ella, grabada en grandes caracteres góticos bastante borrosos algunos y otros completamente destruidos, la siguiente inscripción:

VISITA QS DNE HITATI

ONE ISTA ET OMS INSIDI

AS INIMICI AB EA LONE

REPELE ANGELI TUI SH HA

BITNTES IN EA NOS IN PACE CUS

TODIANT ET BEDICTIO TUA

SIT SUPER NOS SEP. SAL

VA NOS OSPOTES DS ET LU

CE TUA NOVIS CONCEDE PER

PETUA DNM NRM JHUM

CHRM F. T. FACTUM EST II

OC E MCCCLXVI RE

GNANTE DOMINO ALFON

SO ILLUSTRISIO REGE.

Según la precedente inscripción, la puerta que nos ocupa fué construida ó por lo menos terminada en el año 1366 de la Era española, que corresponde al 1328 de la vulgar; y por lo tanto el muy esclarecido Rey D. Alfonso, que dice reinaba a la sazón, es el undécimo de este nombre, que tres altos antes habia sido declarado mayor de edad por las Cortes de Valladolid, y que despues de la célebre; victoria del Salado y de la toma de Algeciras falleció victima de una terrible epidemia en el cerco de Gibraltar. Llevaba ya entónces nuestra Villarreal 63 años de existencia desde su fundación por Alfonso el Sabio, y en este, tiempo había levantado en la parte más elevada de la población su Alcázar ó fortaleza y construido sus murallas de tapieria, pero de gran resistencia, como se puede apreciar por los trozos que aún subsiten, entre ellos los inmediatos a la misma puerta de Toledo, de los cuales se demolió el haz exterior para la construcción de los dos paredones que, coetaneos á ella, se extienden á derecha é izquierda; conservándose adosada a los mismos y con un espesor de cerca de tres metros, parte de la primitiva muralla.

Que al erigir esta puerta con tan excelentes condiciones de defensa, se haya propuesto el Concejo de Villarreal fortificarse contra sus enemigos, no hay necesidad de consignarlo, por ser á todas luces evidente, pero que á la vez quisiese con esto rendir un tributo de homenage y gratitud al joven y bizarro monarca por la decidida protección que tanto él, como sus antecesores, le había dispensarlo, concediéndole sus fueros y privilegios y sosteniéndola en la desigual lucha con la poderosa Orden de Calatrava, su temible y poco afecta vecina, no pasa de ser una simple conjetura; conjetura sin embargo á la cual parece dar cierto viso de probabilidad el haber colocado el escudo Real en una de las portadas, y el haber inscrito en la otra, después de la invocación de la Divinidad y del nombre de nuestro Divino Salvador, el del muy esclarecido Rey D. Alfonso, Domino Alonso illustrissimo rege. '

Lo que no cabe dudar es que esta Puerta guarda perfecta analogía con la célebre Puerta del Sol de Toledo. Median, es verdad, entre una y otra notables diferencias: pertenece la de la imperial ciudad al estilo árabe sevillano y la nuestra al ojival de transición del primero al segundo período, ostentan los lijeros y variados torreones de aquella barbacana exornada de arcos y almenas y atavían su bellísima portarla, inscrita en su correspondiente marco ó arrabaa; con dos órdenes de graciosas y entrelazadas arquerías sobrepuestas, mientras que carecen de todo ornato los uniformes y pesados de esta; y su doble portada si bien esbelta, graciosa y elegante, es muy sobria de adornos. Pero obsérvase en ambas el mismo número de arcos, si se cuentan como uno solo, como así parece debe hacerse, los dos ligerísimos del centro, separados únicamente por el pequeño espacio que ocupaba el rastrillo. En ambas es apuntado dentro de su respectivo estilo, el primer arco mayor que los restantes y estriba sobre columnas. Reviste el segundo en una y otra, la forma de herradura, descansa sobre pilastras destacadas de los muros y ostenta sobre su clave el respectivo escudo.

Sin pretender, pues, equiparar el mérito artístico de la Puerta de Toledo de la humilde y naciente Villa con el que todos reconocen y admiran en la del Sol de la antigua y monumental ciudad, sin tratar en manera alguna una de confundir épocas distintas, ni amalgamar estilos diferentes, nos limitamos á llamar la atención sobre el número, orden y distribución de sus principales elementos constitutivos, y aun sobre ciertos pormenores que parecen indicar que, si por las razones expuestas, no entró en los planes del Arquitecto de la de Villarreal copiar la de Toledo, la tuvo sin embargo muy presente y hasta trató de imitarla y de reproducir los principales rasgos de su fisonomía en otro orden arquitectónico y en la medida de sus escasos recursos.

Pero sea de esto lo que quiera siempre resultará que la nuestra, por su respetable antigüedad de cerca de seiscientos años, por los recuerdos históricos que evoca, por la esbeltez y gallardía de sus portadas y de todos sus arcos, por la pureza de sus líneas y perfiles, por la feliz combinación de los estilos tan bellos como el ojival y el árabe, por la variedad de sus detalle; y armonía del conjunto, por la suntuosidad de su fábrica en medio de su sencillez y hasta por su buen estado de conservación, merece figurar entre los primeros y más preciados monumentos de esta ciudad y su provincia, siendo por consiguiente altamente razonable y justa la instancia que el Excelentísimo Ayuntamiento eleva á la superioridad pidiendo sea declarada monumento nacional, con cargo, en cuanto á su reparación y conservación, al presupuesto municipal: único modo de evitar que en plazo, acaso muy próximo, venga al suelo, víctima de ruín codicia ó de supina ignorancia.

RegresarSeguir


Regresar a historia de Ciudad Real