Altitud (m): 707
Distancia a la capital (Km.): 97
Superficie municipal (Km2): 302,41
Nº de núcleos: 1
Partido Judicial: Alcazar de San Juan
Altitud (m): 707
Distancia a la capital (Km.): 97
Superficie municipal (Km2): 302,41
Nº de núcleos: 1
Partido Judicial: Alcazar de San Juan
Datos Padronales (2022): 13.142
Gentilicio: Criptanenses
Teléfono Ayto.: 926 561244
Dirección Ayto.: Plaza Mayor, 2
Páginas Web: Ayuntamiento - Turismo
El municipio se localiza en el sector central de la llanura manchega, en la falda de una pequeña sierra, denominada de "Los Molinos", rodeada de inmensas llanuras. Su situación geográfica la orienta al noreste de la provincia de Ciudad Real, muy cerca de los límites de las de Toledo y Cuenca.
Situada en la carretera autonómica CM-310 entre las localidades de Alcázar de San Juan y Pedro Muñoz. Aunque el tercio norte de su territorio presenta cierta elevación, el resto es una extensa llanura perteneciente a un dominio fisiográfico en el que se desarrollan importantes complejos lagunares y es cruzado por el cauce del río Záncara.
Cuenta con 10 molinos de viento, destacando los denominados "Infanto", "Burleta" y "Sardinero", declarádos Monumentos de interés Histórico Artístico Nacional, en el año 1995.
La historia de esta localidad es la de los diferentes poblamientos que existieron dentro de su actual término municipal, varios de los cuales se unieron en el siglo XIV para formar la actual localidad de Campo de Criptana que, a la postre, fue la única que ha continuado habitado hasta la actualidad.
Por los restos arqueológicos encontrados se puede afirmar que el término municipal de Campo de Criptana ha sido un área poblada desde el neolítico. Una vez iniciada la época de los metales, los asentamientos del término quedaron dentro del área de la cultura del Vaso Campaniforme y posteriormente en la denominada cultura de Cogotas I. Ya dentro de la Edad del Hierro, los poblamientos locales formaron parte del extremo sureste dentro del territorio de los carpetanos.
Iniciada la época histórica, se puede considerar que la primera reseña de sus poblaciones fueron las menciones que el historiador romano Tito Livio hizo de Alce y Cértima durante su relato de la conquista romana de Hispania. Ya en época romana, el ascenso a la categoría de municipium de la vecina Consabura (Consuegra) y su desarrollo consiguiente, hizo que las localidades del término experimentasen un marcado declive. Durante el bajo imperio, parece que la comarca se articuló en torno a una importante villa surgida en la actual Alcázar de San Juan.
Tras la caída del Imperio Romano, el término municipal inicialmente formó parte del efímero reino alano para pasar después al dominio visigodo. Durante esta época, la población parece centrarse en el poblado de Villajos y en torno al puesto fortificado existente en el Cerro de la Virgen, lugares donde se mantuvo ya en época musulmana, en la cual, el término municipal quedó bajo la esfera de la ciudad de Toledo, tanto durante el califato como durante la Taifa de Toledo a la cual perteneció.
Durante el proceso de reconquista, iniciado en la región por Alfonso VI con la toma de Toledo, las poblaciones del término pasaron de manos musulmanas a cristianas y viceversa en varias ocasiones no quedando consolidada la pertenencia al territorio castellano hasta la victoria cristiana en Las Navas de Tolosa. El término municipal quedó integrado en el Reino de Toledo y al poco pasaría a formar parte de los territorios pertenecientes a la Orden de Santiago quien, durante las siguientes décadas, fue otorgando cartas puebla, fueros y privilegios para fomentar la repoblación de las diferentes localidades existentes en el término, entre las cuales se fundó -alrededor del 1300- la villa de “El Campo” que sería la que más prosperaría y acabó absorbiendo la población de las restantes acabando siendo denominada como Campo de Criptana.
La villa experimentó un notable crecimiento en el siglo XVI durante el que se construyeron buena parte de los monumentos hoy existentes en la población además de iniciarse la producción de harina en sus conocidos molinos de viento, los cuales, en el siglo siguiente, quedarían inmortalizados por Cervantes. Al contrario que el anterior, ese siglo XVII significó para la localidad una época de decadencia en la que perdió buena parte de sus habitantes cuyo número no comenzaría a recuperarse hasta el siglo XVIII.
El área de Campo de Criptana fue escenario de la actuación de las guerrillas en la Guerra de la Independencia durante la cual, se dieron varios combates en la población entre fuerzas españolas y napoleónicas. Tras la muerte de Fernando VII, también la I Guerra Carlista tuvo que sufrirse en la comarca y la localidad sería objeto de ataques a manos de los combatientes anti-isabelinos.
Pasado el reinado de Isabel II, la localidad experimentó un notable desarrollo ayudado por la pronta llegada del ferrocarril que la conectó con Madrid y con el puerto de Alicante. Durante la segunda mitad del siglo XIX, sufrió la crisis cerealística europea de la que salió reconvirtiendo gran parte de sus cultivos de cereal hacia el viñedo. Este hecho la marcó de manera importante ya que la mayor necesidad de jornales para el cultivo de la viña ayudó a fijar e incrementar la población a la vez que también se desarrolló un importante tejido empresarial -bodegas y fábricas de alcohol- en torno al procesamiento de la uva y en el que participaron inversores llegados de otras regiones de España.
El primer tercio del siglo XX significó para Campo de Criptana una época de notable crecimiento durante la cual duplicó su número de habitantes. El continuo desarrollo del sector vitivinícola permitió una buena situación económica y el surgimiento de una importante actividad cultural con mejora de la escolaridad, actividades en el teatro municipal, publicaciones de prensa local o la fundación de su equipo de fútbol en 1925. La evolución de este periodo se truncó en los años 30 en los que el sector del vino sufrió una importante crisis y la población no fue ajena a los conflictos sociales que surgieron a nivel nacional y que desembocaron en la Guerra Civil, contienda durante la cual, la villa permaneció en todo tiempo dentro del territorio republicano.
Tras la difícil recuperación de la Guerra Civil, la localidad sufrió durante los años 50 una importante crisis demográfica debido a la mecanización agrícola que dejó sin ocupación a buena parte de su población. Esta crisis se agravó en décadas siguientes debido al esquema desarrollista de la dictadura que fijo unos polos de industrialización de los que fue ajeno el área de Campo de Criptana y que significaron la emigración de buena parte de sus habitantes. No sería hasta bien entrado el periodo democrático, en los años 80, cuando la población pudo recuperarse y aumentar su número de habitantes a lo que finalmente contribuyó de manera importante el boom constructor del siglo XXI y la llegada de inmigrantes desde otros países.
Texto: Wikipedia
Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción: De 1944.
Casa del Conde de Cabezuelas: Del siglo XVII, construcción de grandes dimensiones con balconada de madera y escudo de la familia de los Baíllo.
Ermita de la Virgen de la Paz: Del siglo XVI, su interior es de una sola nave cubierta por bóveda de cañón que sobre el presbiterio se convierte en bóveda de aristas.
Ermita de la Veracruz: De 1573 de planta rectangular.
Ermita de la Madre de Dios: Del siglo XVII.
Ermita de Santa Ana: De 1575, su planta es de cruz latina y cubierta con sistemas abovedados y adintelados.
Iglesia del Convento de Carmelitas: De 1598. el primitivo Convento de Carmelitas descalzos que se levantaba sobre la antigua ermita de Santiago.
Casa de Don Miguel: Del siglo XIX.
Casa de la Tercia: Del siglo XVI y era el lugar donde se almacenaban los productos de las "tercias" que recaudaba la Orden de Santiago.
Ermita de Nuestra Señora de la Concepción: Del siglo XVI. En la actualidad es la capilla del Cementerio.
Casa de los Tres Cielos: Tipo de vivienda-cueva, característica de las edificaciones primitivas de la zona de La Sierra.
Ermita de San Cristóbal: De 1702, edificio de nave única, de planta rectangular con cubierta exterior a dos aguas.
Ermita de San Isidro: De reciente construcción (1940).
Santuario del Cristo de Villajos: Del siglo XVII, interior es de una sola nave, cubierta por bóveda de cañón.
Santuario de la Virgen de Criptana: La primitiva ermita data del siglo XVI, reconstruido en diversas ocasiones (en 1832 y en la década de 1940).
Pósito: Del siglo XVI, era almacén de grano.
Los Molinos: situados en el Cerro de la Paz y la Sierra de los Molinos.
Yacimientos arqueológicos: Cristo de Villajos, La Hidalga, Montón de Trigo, Hondonadas del Cristo de Villajos, Ermita de Ntra. Sra. de Criptana, Pozos de Villalgordo, Huerta de Treviño, La Atalaya, Cueva del Pollo, Huerta Cueva del bajo y El Real.
La Semana Santa: Cuenta Criptana con seis cofradías.
Stma. Virgen de Criptana: Lunes de Pascua.
Cristo de Villajos: Del 23 al 28 de Agosto.
Fiestas de barrio: San Antón, San Sebastián, Virgen de la Paz, San Isidro, San Pedro, San Cristóbal, Virgen del Carmen, la "Abuelica" en el barrio de Santa Anay el barrio "Odisea" el último fin de semana de junio.
Cuenta Campo de Criptana de numerosos edificios para ver y los famosos molinos de viento, símbolo de la población.