El Refranero popular de la lengua española (l)

  La que de comer con su marido rehusa, no está en ayunas.

  La que de treinta no sacó novio, tenga el humor del demonio.

  La que del baño viene, bien sabe lo que quiere.

  La que en marzo veló, tarde acordó.

  La que está para condenarse, desde chiquita no reza.

  La que fácil llega, fácil se va

  La que ha de pescar marido, lo saca de la tinaja.

  La que luce entre las ollas no luce entre las otras.

  La que no anda precavida, al fin tiene su caída.

  La que no está acostumbrada a bragas, las costuras la hacen llagas.

  La que no pone seso en la olla, no lo tiene en la toca.

  La que no tiene marido en siesta, sola se acuesta.

  La que pone y es cretona, ya dejó de ser pollona.

  La que por cuaresma comenzó tarde principió.

  La que por la calle pasa, es mejor que la de mi casa.

  La que quiera azul celeste que se acueste

  La que se casa con ruin siempre tiene que decir.

  La rama que nace torcida, nunca se endereza.

  La rata avisada, no muerde carnada.

  La razón es de quien la tiene

  La razón no quiere fuerza.

  La razón y el agua hasta donde dan.

  La razón y la paciencia, al fin vencen la insolencia.

  La rica en su desposado, lleva marido y criado.

  La risa abunda en la boca de los tontos.

  La ropa de mala traza, se lava siempre en la casa.

  La ropa sucia se lava en casa.

  La ruana no hace al arriero, ni el vestido al caballero.

  La salud es un tesoro, de más quilates que el oro.

  La salud no consiste en estar delgado o gordo.

  La salud no es conocida hasta que es perdida.

  La salud no está en el plato, sino en el zapato.

  La salud no tiene precio, y el que la arriesga es un necio

  La sardina y el huevo a dedo.

  La sarna que no pica, a nadie mortifica.

  La sátira Sólo ofende, a la gente que la entiende.

  La sed por el oro, socava el decoro.

  La señora ostentación, echa la casa por el balcón.

  La serpiente cambia el cuero, pero no su obrar rastrero.

  La soga quiebra por lo más delgado.

  La soga siempre parte por lo más finito.

  La sola bravata, no hiere ni mata.

  La soledad no trae felicidad.

  La sonrisa de un niño es más hermosa que la joya más valiosa.

  La sotana no hace al cura, ni el afeite la hermosura.

  La suerte de la fea la bonita la desea.

  La suerte es de quien la tiene.

  La suerte es loca y a todos nos toca

  La suerte no se detiene, y es péndulo que va y viene.

  La templanza menos mata, que la gula y la tomata.


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