Mª Ángeles Rodríguez Domenech
Cualquier estudio sobre las transformaciones urbanas de una determinada ciudad requiere el conocimiento previo de cuál es la organización administrativa de la misma. La división administrativa de las ciudades actualmente está hecha en distritos y secciones censales, por ser la que se utiliza en los Ayuntamientos para las diversas gestiones de su competencia. Esta división oficial que, en el caso de las españolas, obedece a criterios estadísticos(113), no ha sido la empleada en el pasado que se dividía en barrios. Éstos atendían a criterios étnicos, culturales, religiosos o de percepción ciudadana. La división en barrios sigue siendo muy usada en el leguaje común para referirse a ciertas zonas o espacios de la ciudad, aunque en la actualidad no tienen ninguna validez oficial en muchos casos.
Efectivamente, cualquier ciudadano cuando quiere referirse a una zona concreta de su ciudad rara vez la designa con el nombre oficial (distrito I, sección 5). Generalmente, la denomina con un determinado topónimo que está en relación, unas veces con el edificio más significativo (“Recinto Ferial”); otras, con un hito del espacio físico de la ciudad (barriada de los “terrenos de RENFE”); otras, con una calle que suele ser la más antigua de esa zona (“barrio de Morería”); en algunos casos, con el nombre que se dio a la urbanización inicial de esa zona (“barriada de Pío XII”); a veces, perdura el nombre histórico (barrio de la “Judería”); en otros casos, se recurre a alguna característica de la zona (“Ciudad Jardín”) y en otras, por último, se alude a algún servicio que se ubique en ella (barriada del “Nuevo Hospital”).
La zonificación que se ha producido en el espacio urbano de Ciudad Real desde sus orígenes en 1255 hasta nuestros días, tiene como rasgos e hitos característicos los siguientes:
a) El paso de una organización en barrios, establecidos en función de criterios étnicos, culturales, religiosos o de administración eclesiástica (parroquias), a una zonificación, apoyada en criterios estadísticos, que tiene lugar en 1923, que es cuando se establecen los distritos y secciones censales y que ha permanecido vigente hasta nuestros días(114).
b) El crecimiento continuo del número de secciones censales, pero no de distritos, pues siempre han sido cinco. El aumento se ha hecho al ritmo del crecimiento de la población y de la expansión del espacio físico ocupado por nuestra ciudad.
c) El hecho de que en la ciudad conviva una doble zonificación: la oficial y la de barrios, aunque esta última no se ajusta a la administrativa.
Nuestro objetivo en este apartado es proponer unas “zonas urbanas” en la ciudad, que nos permitan asignar un término (topónimo) a las distintas zonas en la que confluyanlos siguientes criterios: conocimiento popular del mismo, división administrativa oficial, límites precisos y la identificación de alguna o algunas características específicas.
Este apartado lo estructuraremos en los siguientes epígrafes: el primero, centrado en la organización administrativa en distritos y secciones y su reciente evolución; en el segundo se hace un estudio de la percepción ciudadana; y un tercero, el ultimo se ha dedicado a la presentación de la propuesta de “zonas urbanas” que hemos hecho, con el fin de que nos sirvan de base en los análisis posteriores de la ciudad.
(113) Las secciones las propone el INE, y cada una de ellas debe tener un máximo y un mínimo de habitantes circunscritos (para el caso de Ciudad Real, la horquilla está entre los 500 y los 2.500 hab.). Cuando el número de empadronados de una determinada sección está próximo a la cota máxima establecida, el INE se lo comunica al Ayuntamiento para que delimite una nueva.
(114) En prácticamente todas las ciudades españolas se ha producido un cambio en la organización espacial del sistema intraurbano consistente en el paso desde una zonificación en barrios a otra organizada en distritos y secciones censales que, para el caso de Ciudad Real ha sido estudiad hasta 1980, por el profesor Pillet (1984).
5.1. LA DIVISIÓN EN DISTRITOS Y SECCIONES CENSALES
A comienzos del siglo XX, en la sesión del Pleno de su Ayuntamiento del 16 de marzo de 1923, se aprueba definitivamente la división administrativa de la ciudad en distritos y secciones hechas con un criterio estrictamente estadístico. A partir de ahora, los datos de población y de propiedad y cualesquiera otros referentes a Ciudad Real, vendrán dados en función de distritos y secciones (Pillet, 1984: 267). Esta ciudad se dividió en cinco distritos oficiales organizados de forma radial a partir de la Plaza Mayor (Figura 5.1).
Figura 5.1.-División de Ciudad Real en distritos (1923)
Fuente: Pillet, 1984: 267. Elaboración propia
El distrito número I, recibió el nombre “del Ayuntamiento”. Se corresponde con el espacio comprendido entre la Puerta de Ciruela y la de Alarcos. Está integrado por las calles: Postas, Feria, Plaza de la Constitución (actual Plaza Mayor), Plaza del Pilar, Arcos (Actual General Aguilera), Alarcos, Matadero (hoy Alarcos), Nueva (Bernardo Balbuena), Mercado Viejo, Mercado Nuevo (María Cristina), Tinte, Callejón del Tinte (hoy Ramírez de Arellano), Pozo Dulce, Callejón de Olivares (hoy Juan II) y Seminario (Obispo Esténaga).
El distrito número II, recibió el nombre “de la Catedral”. Respeta totalmente lo que antes se llamaba barrio de Santa María. Se extiende desde la Puerta de Alarcos hasta la puerta de Toledo. Este distrito es uno de los mayores, junto con el número IV. Las calles que lo componen son: Carmen, Estación (Estación Vía Crucis), Olivo, Palomares (Aguilera), Zarza, Enmedio, Ciprés, Rosa, Callejón de la Merced, Caballeros, Camarín, Infantes, Reyes, Morería, Borja, Lentejuela, Alamillo Bajo, Alamillo Alto, Azucena (Ángel Andrade), Real, Prado, Toledo, Pedrera Alta, Pedrera Baja, Clavel, Esperanza, Río, Espino, Remedios, Perros (Delgado Merchán), Monjas y Paz.
El distrito número III, recibió el nombre “de la Diputación”. Se extiende entre las radiales de Puertas de Toledo y Calatrava. Está formado por las calles Calatrava, Jacinto, Plaza de la Dominicas, Estrella, Plaza de San Antón, Cuartel (Cuadras), Esparto (hoy Hervás y Buendía), Tintoreros (hoy Audiencia), Luz, Altagracia, Ángel, San José, Norte y Madrazo (hoy San Antonio) y Plaza de Luís Muñoz (hoy Plaza José Antonio).
El distrito número IV, recibió el nombre de “la Audiencia”. Comprende parte de los antiguos barrios de San Pedro y Santiago. Se extiende entre las radiales de las Puertas de la Mata y Ciruela. En él se encuentran las calles de La Mata, Cuchillería, Lanza, Cruz, Libertad, Callejón del Conde (hoy Quevedo), Caballo (hoy Progreso), Paloma, Culebra-Tercia (hoy Cardenal Monescillo), Sangre (hoy Conde de la Cañada), Combro (hoy Corazón de María), Lobo (hoy Alcántara), Refugio, Compás Sto. Domingo, Huertos, Lirio, Peña, Cañas, Delicias, Santa Teresa, Bachiller Fernán, Felipe II, Inmaculada Concepción, Ciruela, Mejora (hoy Ramón y Cajal), Ballesteros (hoy General Rey), Jaspe (hoy H. Pérez Pulgar), Gato (hoy Montesa), Horno (hoy Juan Caba), Granada, Plz. S. Francisco, Palma, Dorada (hoy Ruiz Morote), Caldereros (Alcázar), Madrilas, Cierva, Pozo Concejo, Joven e Hidalgos.
El distrito número V, recibió el nombre “del Hospital”. Agrupa los anejos de la Poblachuela, Las Casas y Valverde.
La división en distritos que se hizo en 1923, ha sufrido algunos cambios. Hasta 1980 fueron estudiados por Pillet (1984: 267-275) y de ellos, los que afectan a nuestro trabajo son los siguientes:
a) En los distritos I, II y III se mantiene el mismo número de calles.
b) En el distrito IV surgen seis nuevas calles (Delicias, Santa Teresa, Bachiller Fernán, Felipe II, Inmaculada Concepción e Hidalgos).
La comparación del tamaño y población de los distritos desde 1923 a 1980 muestra diferencias sustanciales, lo que llevó a Pillet (1984:268) a hacer una propuesta de organización de las secciones de algunos de los distritos que paliase esas diferencias. La proposición consistió en la subdivisión del distrito II en dos partes (IIa y IIb) y el distrito IV en otras dos (IVa y el IVb).
Desde 1980 hasta nuestros días, se han ido ampliando el número de secciones y la extensión de los distritos. Los cambios más significativos los mostraremos numéricamente (Cuadro 5.1) y gráficamente (Figura 5.2, Figura 5.3, Figura 5.4 y Figura 5.5):
Cuadro 5.1.- Evolución del número de secciones en los distritos censales de Ciudad Real. 1985-2008
Fuente: Censos electorales del Ayuntamiento de Ciudad Real. Elaboración propia
(115) Por subdivisión de la sección 4 en 4 y 5.
(116) Por subdivisión de la sección 16 en 16 y 17 y de la sección 4 en 4, 18 y 19.
(117) Por subdivisión de la sección 9 en 9 y 12 y de la 10 en 10 y 13.
(118) Por subdivisión de la sección 6 en 6 y 7.
(119) Por subdivisión de la sección 15, en 15 y 21; y de la sección 8, en 8 y 20.
-En el distrito número I(120), en 1985 (ver Figura 5.2), había seis secciones: cinco de ellas pertenecientes al centro, y una a la antigua estación de ferrocarriles en el polígono de Larache. En 2008 se incrementó a siete secciones, por subdivisión de la sección sexta a través de la carretera de Fuensanta, debido al crecimiento que se ha producido en la zona sur de la ciudad.
Figura 5.2.- División en distritos y secciones de Ciudad Real en 1985
Fuente: Ayuntamiento de Ciudad Real. Elaboración propia
Figura 5.3.- División en distritos y secciones de Ciudad Real en el 1990
Fuente: Ayuntamiento de Ciudad Real. Elaboración propia
Figura 5.4.- División en distritos y secciones de Ciudad Real en el 1996 y 2001
Fuente: Ayuntamiento de Ciudad Real. Elaboración propia
Figura 5.5.- División en distritos y secciones de Ciudad Real en el 2008
Fuente: Ayuntamiento de Ciudad Real. Elaboración propia
- En el distrito número II(121), en 1985 (ver Figura 5.2), consta de dieciséis secciones: que se corresponden a las zonas de la barriada del Padre Ayala, la Guija, Morería, Santa María y Ciudad Jardín. A partir de 1996 (ver Figura 5.4) aparecen diecinueve secciones, por la ampliación de la zona de Ciudad Jardín, que se mantienen en la actualidad. La sección 16 de 1991 (ver Figura 5.3) se subdivide en 1996, por la calle Clavel, en sección 16 y sección 17. La sección 4 de 1991 (comprendida entre: Camino Viejo deAlarcos, Carretera de Puertollano, Ronda de Alarcos, Ronda del Parque y un tramo de la calle Bernardo Balbuena) se subdivide en otras dos secciones: 18 y 19 por las calles Puente de Retama, Avda. del Descubrimiento de América y Magnolias. La sección 8, se subdivide en la 8 y la 20 por la calle Gigüela y Juan de Velilla del Jiloca y por último la sección 15, se subdivide también en la 15 y en la 21, reduciendo la primera a dentro de Ronda, y la segunda a la zona externa.
- En el distrito número III(122), entre 1985 (ver Figura 5.5) y 1991 (ver Figura 5.3) pasa de 4 a 5 secciones que se mantienen hoy. Este incremento de secciones se lleva a cabo por subdivisión de la sección 4 a través de la calle San Antón.
-El distrito número IV(123) tiene hasta 1991 (ver Figura 5.2) once secciones, que se corresponden con las zonas del centro y antigua Judería, y con el, también antiguo Torreón del Alcázar. En 1996 (ver Figura 5.4), aparecen trece secciones más, número que se mantiene en la actualidad por subdivisión de la sección 9 en la 9 y la 12 y la 10 en la 10 y la 13. La primera subdivisión se separa por la Avda. del Torreón y la segunda por la Avda. de Valdepeñas. Este aumento se produce por la construcción de la urbanización del Torreón y porque se realiza una ampliación urbanística en la zona de la barriada del Pilar y del Nuevo Parque.
-Y en el distrito número V, no aparecen secciones en ninguno de los años estu-diados, ya que comprende los anejos de La Poblachuela, Valverde y Las Casas quienes actúan, de hecho aunque no de derecho, como tales secciones.
Concluimos que la organización administrativa interna de nuestra ciudad ha su-frido dos cambios importantes desde su fundación como Villa Real hasta nuestros días. El primero de ellos, ocurrido en 1923, afecta al concepto de organización pues supone el abandono de un criterio religioso-cultural, para adoptar otro puramente estadístico (distritos y secciones). Y el segundo ha consistido en el aumento de las secciones de cada distrito a tenor del crecimiento demográfico aunque manteniendo el número de distritos, pero con valores y tamaños muy diversos. En el estudio de la evolución de los datos aportados por los distritos y secciones hemos de tener en cuenta que, en numerosas ocasiones, el aumento de secciones conlleva no sólo un cambio de nomenclatura, sino también del espacio referenciado. Sirva de ejemplo, la evolución de la sección II-15.
(120) I.1.- Limita con Alarcos, General Aguilera, Mª Cristina, Feria y Postas.
I.2.- Limita con Alarcos, Plaza Pilar, Ciruela, Avda Rey Santo, y Ronda de Alarcos.
I.3.- Limita con Avd. Rey Santo, Ciruela, Tinte y Avda de la Mancha y Ronda de Ciruela.
I.4.- Limita con Tinte, Avda. de la Mancha, Ciruela y Ronda de Ciruela.
I.5.- Limita con Ronda de Granada, Paseo Carlos Eraña, Avda. Lagunas de Ruidera.
I.6.- Limita con Ronda de Ciruela, Ojos del Guadiana, carretera de Fuensanta, Avda. Tablas de Daimiel, Futura Ronda, y Avda. de Puertollano.
I.7.-Limita con carretera de Fuensanta, Tablas de Daimiel, Ojos del Guadiana, Avda. Lagunas de Ruidera, Avd. del Parque de Cabañeros y Futura Ronda.
(121) II.1.- Limita con Postas, Feria, Toledo, Vía crucis, Azucena y Reyes.
II.2.- Limita con Reyes, Postas, Olivo y Azucena.
II.3.- Limita con Olivo, Alarcos, Ronda de Alarcos y Antonio Blázquez
II.4.- Limita con Ronda del Parque, Ronda de Alarcos, Avda. de Puertollano, carretera de Piedrabuena, Camino Viejo de Alarcos y Avda del Descubrimiento de América.
II.5.-Limita con Camino Viejo de Alarcos, José Rivera, Zurbarán, San Martín de Porres, El Cahorro, Serbia y Futura Ronda.
II.6.- Limita con, Camino Viejo de Alarcos, José de Rivera, Ronda del Parque y Avda. Pío XII.
II.7.- Limita con Záncara, Camino del Campillo, Beato Fernando de Ayala, Zurbarán, José Ribera, Velázquez y Avda. Pío XII.
II.8.- Limita con Carretera de Porzuna, Ronda de Alarcos, calle Ciguela, calle Juan de Velilla del Jiloca y calle Pintor López Torres.
II.9.- Limita con Ronda de Alarcos, Morería, Olivo, Antonio Blázquez.
II.10.- Limita con Morería, Azucena, Carmen y Real.
II.11.- Limita con Morería, Real, Carmen y Ronda de Santa María.
II.12.- Limita con Carmen, Ronda del Carmen, Espino y Pedrera Baja.
II.13.- Limita con Vía crucis, Toledo, Espino, Pedrera Baja.
II.14.- Limita con Espino, Ronda del Carmen y Pedrera Baja.
II.15.- Limita con Pedrera Baja, Ronda del Carmen y Calle Guadalajara.
II.16.- Limita con Pedrera Baja, Toledo y Esperanza.
II.17.- Limita con Espino, Pedrera Baja Esperanza, y Toledo.
II.18.-Limita con Camino Viejo de Alarcos, Avda. Descubrimiento de América y carretera de Piedrabuena.
II.19.- Limita con carretera de Piedrabuena, carretera de Puertollano y Futura Ronda.
II.20.- Limita con calle Ciguela, Zurbarán, San Marín de Porres, Futura Ronda, Pintor López Torres y Juan de Velilla del Jiloca.
II.21.- Limita con Ronda del Carmen, Carretera de Toledo, carretera de Porzuna y futura Ronda
(122) III.1.- Limita con Toledo, Calatrava, Luz, y Estrella.
III.2.- Limita Estrella, Luz y Calatrava.
III.3.- Limita con Estrella, Toledo, San Antón y Calatrava.
III.4.- limita con San Antón, Toledo y Ronda de Toledo.
III.5.- limita con Ronda de Toledo, carretera de Toledo, Carlos López Bustos, Camilo José cela y Avda. de los Descubrimientos.
(123) IV.1.- limita con General Aguilera, Plaza mayor, María Cristina, Cruz, Libertad, Conde de la Cañada, General Rey y Ramón y Cajal.
IV.2.- limita con Mª Cristina, Cruz, Libertad, Corazón de María y Calatrava.
IV.3.- Limitada por Calatrava, Corazón de María, Conde de la Cañada, Mata, Compás de Sto. Domingo y Lirio.
IV.4.- Limitada por Calatrava, San Antonio, Plaza de Mª Inmaculada, Cañas, Mata, Compás de Sto. Domingo y Lirio.
IV.5.- Limitada por Calatrava, San Antonio, Inmaculada Concepción y Ronda de Calatrava.
IV.6.- Limitada por Ronda de Calatrava, Inmaculada Concepción, Cañas, Mata, carretera de Carrión, Carlos López Bustos, Camilo J. Cela y Avda. de los Descubrimientos.
IV.7.- Limitada por Ciruela, Ronda de Granada, Granada, Ruiz Morote, Ramón y Cajal, Plaza de San Francisco.
IV.8.- Limitada por Ruiz Morote, General Rey, Mata, Madrilas, Avda. Torreón y Palma.
IV.9.- Limitada por Mata, Madrilas, Avda. Torreón, y Pozo Concejo.
IV.10 Limitada por carretera de Carrión, Ronda de la Mata, Avda. de Valdepeñas y Avda. de Europa.
IV.11 Limitada por Avda. Valdepeñas, Ronda de la Mata, P. Carlos Eraña y Avda. Parque de Cabañeros.
IV.12 Limitada por Ronda de la Mata, Mata, Pozo Concejo, Avda. Torreón, Palma y Granada.
IV.13 Limitada por carretera de Carrión, Avda. de Europa y Avda. Parque de Cabañeros.
En la percepción ciudadana de las distintas zonas de la ciudad se emplea el término “barrio” para designar zonas que presentan alguna identidad propia. Este término en su acepción más común, se entienden como espacios morfológicos que poseen un pasado histórico, o unas características sociológicas o funcionales propias que actúan como elementos definitorios y característicos, y les confieren una identidad particular. Existen, otras veces, zonas de la ciudad que no llegan a tener una identidad tan marcada, porque sí son percibidos como espacios diferenciados dentro de la ciudad. Es el caso, por ejemplo, de la mayoría de las áreas de nueva creación, que se denominan con el nombre que tuvo la urbanización (por ejemplo, Las Orquídeas); o se designan por algún elemento funcional o histórico, que se encuentre en la misma (por ejemplo, la zona del Nuevo Hospital, o la del Eroski). En nuestro estudio hemos considerado ambos como barrios o barriadas, puesto que son utilizados como referencias espaciales por los ciudadanos en Ciudad Real.
Existe una amplia literatura científica sobre el concepto de barrio, nosotros resaltamos los siguientes matices:
a) La ciudad se zonifica en barrios por la percepción de los ciudadanos y la significación que tiene un mismo espacio para sus agentes, consumidores y productores. El barrio como concepto, en muchas ocasiones, no tiene validez oficial, sin embargo, es una zona que se entiende como un espacio habitado y construido (Fernández, 2000), en el que se establece un complejo relacional entre instituciones y personas cargado de significados, siendo un espacio com-partido de la vida cotidiana (Grafmeyer, 1999). Los barrios están cargados de una identidad propia dentro del conjunto de la ciudad, la identidad, a juicio de Weber, era uno de los elementos fundamentales para que hubiera ciudad y es también un elemento esencial a la hora de trabajar con esa peculiar entidad social que denominamos barrio.
b) Conseguir articular y organizar el barrio como un espacio consolidado que necesita resolver muchos elementos funcionales, desde los colegios hasta el comercio, desde los centros recreativos y deportivos hasta los de atención sa-nitaria, desde la adecuada relación con otros sectores y servicios urbanos hasta la solución interna de la movilidad (Oriol Bohigas, 1997:5). Es por ello que un aspecto muy interesante a considerar es que antes de que la ciudad se expanda territorialmente, debe resolver estos elementos, hecho básico y que se olvida con frecuencia por el interés de los promotores urbanos.
c) El barrio, entendido como espacio habitado y construido, se establece un complejo relacional cargado de significados (Fernández, 2000). En él coexisten diferentes estilos de vida; se dan desigualdades sociales y se encuentran problemas sociales de distinta índole. Pero este espacio compartido en la vida cotidiana, se convierte en un lugar objeto de confrontación, que estructura múltiples relaciones institucionales y personales (Grafmeyer, 1999).
d) Todo barrio posee condiciones particulares que le hacen distinguirse de otros, expresándose en forma de ventajas o privilegios para sus habitantes o por el contrario como un entorno rodeado de inconvenientes. Fruto de la coexistencia de diferentes estilos de vida y de la marcada desigualdad social, las prácticas culturales y económicas de cada persona. Todas ellas se recrean en el barrio de manera diferenciada y acaban por transformarlo. En este sentido, podemos decir que cada barrio ofrece, en grado desigual, una cierta capacidad de satisfacer las necesidades de sus residentes, que también pueden ser diferentes (Pablos y Sánchez, 2003 y 2005-1:293).
e) El barrio es una parte de la ciudad, y para que se constituya como tal, el ciu-dadano tiene que entender la totalidad de la realidad urbana o metropolitana (ciudad) para que se beneficie de ella.
f) El concepto de barrio, para algunos autores, queda sin una referencia espacial específica, es decir, se “desespacializa” y de esta manera el concepto actual de barrio significa más una práctica social y ciertos valores culturales y urbanísticos de la vida comunitaria o barrial en sí, que una forma específica de crecimiento dentro del proceso global de urbanización, por lo que se le atribuye un valor moral y cultural de pertenencia, pero no un valor espacial (López Moreno e Ibarra, 1997).
g) La UNESCO en el discurso de la planeación moderna hace de los barrios la escala idónea para permitir un “desarrollo armónico y autosustentable”, porque en el urbanismo actual, existen nuevos elementos que configuran las referencias de lo que serán los barrios del devenir.
h) El arquitecto Oriol Bohigas (Oriol, 1997), considera que el urbanismo moderno debe inventar nuevas formas y configuraciones de barrio. Como las formas derivadas de la modernidad tecnológica -autopistas, metros, etc.-, que no tienen por qué ser simples pastiches del pasado. La nueva forma de la ciudad es un receptáculo significativo, promotor y educativo, y no sólo un atributo accesorio o secundario.
En la definición de los barrios no ha existido preocupación por determinar sus límites, mientras que en la división censal la fijación de los mismos es un elemento fundamental. No obstante, consideramos necesario precisar al máximo cuáles son esos barrios en nuestra ciudad, cuáles son sus peculiaridades y cuáles sus límites para poder plantear su comparación, y hacer una propuesta de delimitación zonal en la que con la denominación se incluya un espacio coincidente con una o varias secciones censales, para poder utilizar la información estadística de que se dispone.
La zonificación en Ciudad Real según diferentes autores
Sobre la organización actual de Ciudad Real en barrios existen diferentes aproximaciones al tema:
-El profesor Pillet (1984: 553-563) hace un estudio de algunos barrios de la ciudad(124) en función de sus aspectos morfológicos (precio del suelo, tipo de edificación, actividad, nivel cultural y procedencia de sus habitantes). Pero, desde nuestro punto de vista, estas menciones las hace bajo el prisma de urbanizaciones y no de barrios en sentido estricto.
Cuadro 5.2.- División de Ciudad Real del Módulo Comarcal de Promoción y Desarrollo “H. Pérez del Pulgar (1990)
Fuente: Módulo Comarcal de Promoción y Desarrollo “H. Pérez del Pulgar” (1990). Elaboración propia
-El estudio realizado por el Modulo Comarcal de Promoción y Desarrollo “Hernán Pérez del Pulgar”(125) sobre la población de Ciudad Real en 1990 plantea su análisis por barrios, indicando una extensión precisa para cada uno de ellos, pero sin especificar qué criterios utiliza para su delimitación y denominación (Cuadro 5.2). La información que aporta distingue entre los siguientes barrios: Centro, Morería, El Perchel, Antigua Judería, Torreón, Prado-El Carmen, Padre Ayala, Ángeles-Oriente, El Pilar, Larache, Ciudad Jardín, Pío XII, Santa María y anejos.
-En la propuesta de barrios que hizo Espinosa (1992:64-72 y 1993: 8-12) se propone armonizar, aspectos subjetivos (factores de sentimiento de pertenencia, la imagen y opinión de los vecinos) con aspectos más objetivos (la delimitación geográfica, la existencia de asociación de vecinos, la delimitación administrativa….). Llega a distinguir diecinueve barrios. Consideramos que la metodología es válida aunque echamos en falta los siguientes aspectos:
1) No tiene demasiado en cuenta la división administrativa oficial en distritos y secciones, que aunque esto no sea preceptivo, vemos necesario tomarla en consideración para que a la hora de tomar datos estadísticos no se produzcan incongruencias. Por ejemplo, que en una misma sección se localice más de una barriada (como es el caso de Santa María y el de Pío XII, que se definen como dos barrios que pertenecen a la misma sección II-7).
2) La falta de indicación de las fuentes a la hora de señalar el sentido de pertenencia. Tal y como se expone, no sabemos si son fruto de la utilización de algún tipo de observación y/o medición que no se reseña y que como resul-tado dan lugar a barrios que no se adecuan a la realidad. Sirva de ejemplo el caso del denominado Padre Ayala, en el que incluye la zona de El Cuartel de la Guardia Civil y de la Plaza de Toros, que son términos utilizados por el ciudadano para designar zonas diferentes de la ciudad.
-Por último, existe otra división de la ciudad en función de las Asociaciones de Vecinos (AV). En la década de los ochenta se inscribieron en el registro provincial de Ciudad Real las primeras asociaciones. Estas fueron: AV. Poblachuela (1983), AV. Fuensanta “Larache” (1984) y AV. la de Santiago Apóstol-El Perchel (1984). En el momento actual hay veintidós asociaciones en la ciudad.
Figura 5.6.- Asociaciones de Vecinos en Ciudad Real. 2008
Fuente: Estatutos Asociaciones de vecinos de Ciudad Real. Elaboración propia
Estas asociaciones en colaboración con la Administración Local han supuesto una concienciación ciudadana de cuidado y respeto de la ciudad, haciéndola más humana. El fin de estas asociaciones es la de fomentar la hermandad y cooperación entre los asociados, revindicando mejoras en los servicios sociales, materiales y culturales de la ciudad, para lo cual han de determinar un ámbito territorial de actuación. En la mayoría de ellas, el ámbito territorial no está muy definido, ya que en la mayoría de ellas los estatutos no establecen una delimitación precisa de sus límites, abarcando en muchos casos todo el ámbito local de la ciudad. Entendemos que la finalidad loable de estas asociaciones, independientemente de que no tengan delimitaciones muy precisas, indican un alto grado de implicación ciudadana, y son un buen instrumento para conocer la percepción ciudadana de ciertos aspectos relevantes de la ciudad, tales como: la prestación de servicios sociales, la vivienda, saneamiento, índice de marginalidad y deterioro urbano….
En el momento actual, de las veintiséis asociaciones, cinco pertenecen a los anejos y las otras veintiuna se reparten por la ciudad (Figura 5.6). Las de los Anejos: dos se refieren al mismo ámbito territorial de la Poblachuela (Los Rosales desde 1996 y La Poblachuela desde 1983), otras dos a las Casas (Las Casas desde 1991 y Asociación de Vecinos Camino de Valdoro desde 2008) y una a Valverde desde 1992. Las restantes asociaciones de vecinos presentan límites poco precisos y dan lugar, en ocasiones, a superposiciones de espacios. Esta situación de espacios compartidos se dan tanto en asociaciones que especifican en sus estatutos las calles que delimitan su perímetro, como ocurre entre Ciudad Jardín (1987) y A.V. de La Granja (1989); o como entre las A.V. de Santiago Apóstol (1984), A.V. Severo Ochoa (1998) y A.V. Puerta Toledo (1999); o como la que se da en la zona central de la ciudad entre las asociaciones de Morería (1988), Plaza de Toros (1996) y Catedral-San Pablo (2010); así como entre la A.V. Alarcos (1998) y A.V. Plaza Mayor (2000). La falta de delimitación del perímetro de la asociación también da lugar a indeterminaciones espaciales como las que se dan en la A.V. Santo Tomás de Villanueva (1990), A.V. Torreón del Alcázar (1991), Grupo Vicente Galiana (1996) y A.V. Camino de Sancho Rey (2009). Casos singulares son: la Federación de AV Alfonso X El Sabio que agrupa a varias asociaciones, y la A.V. de jóvenes vecinos de Alfonso X El Sabio.
Sin embargo, existen también asociaciones de vecinos que han delimitado su perímetro y no dan lugar a conflictos espaciales con otras asociaciones, aunque estas son las menos, se trata de: A.V. Fuensanta “Larache” (1984), A.V. Virgen del Pilar (1989), A.V. Carlos Eraña (1991), A.V. Nuevo Parque (1994) y A.V. Nuevo Hospital-Vía Verde (2007).
En nuestra opinión, estas asociaciones vecinales suponen una de las más im-portantes escalas para la planificación de la ciudad, sin embargo, para que fuesen más efectivas, tendrían que establecer unos límites claros de su ámbito de actuación, y a ser posible, ajustándose a la delimitación oficial de la ciudad (distritos y secciones, vigente desde 1923). Este ajuste territorial a la división oficial de la ciudad permitiría obtener en detalle información estadística y perceptiva, tan importante para el buen funcionamiento de la ciudad. La información estadística aportada por los Censos de población y vivienda nos permitirían conocer aspectos como: la población censada, la tipología edificatoria, alturas, estado y antigüedad de los edificios, servicios dotacionales…mientras que el asociacionismo vecinal enriquece el mosaico cultural y social de la ciudad a través de sus fiestas, actividades, tradiciones...
La finalidad de estas asociaciones no es la de zonificar la ciudad por lo que para un estudio riguroso de la morfología urbana no podemos hacer uso exclusivo de ella porque su ámbito territorial, en la mayoría de ellas, no se circunscribe a un espacio concreto de la ciudad, sino que abarca aspectos tan subjetivos como el de pertenencia o el de identificación cultural con la idiosincrasia de la asociación. Por este motivo realizamos una propuesta de zonificación urbana de la ciudad en la que tenemos en cuenta aspectos puramente estadísticos, unidos a hitos perceptivos de la ciudad, que permiten identificar secciones oficiales con zonas concretas de la ciudad.
Una aportación al estudio de la zonificación de Ciudad Real: la percepción ciudadana
Hemos realizado una encuesta(126) para conocer la percepción ciudadana de las distintas zonas que existen en Ciudad Real. La encuesta que hemos realizado se apoya en el principio de que el espacio urbano no puede ser interpretado sólo como un campo neutro donde se desarrollan funciones y procesos, sino que debe considerarse como “un escenario vivido por el ciudadano que se quiere, se odia, se respeta u olvida según la percepción de éste” (Somoza, 1995:308). Del mismo modo y como consecuencia, el análisis perceptivo por parte del individuo sigue el siguiente proceso: se parte de la observación del medio objetivo al que identifica mentalmente; a continuación elabora imágenes mentales del mismo; y, por último, procede a la comparación de las dos realidades para determinar así las imperfecciones del conocimiento sobre ese espacio.
Nuestra encuesta asume tres enfoques con un total de 35 items para un total de 168 encuestas realizadas: estructural (conocer la forma en que se percibe la información que se tiene sobre el lugar); valorativo (valorar el espacio en relación a las decisiones que se adoptan); y el preferencial (orientado al análisis de las preferencias que se tienen respecto a unos lugares determinados) (Somoza, 1995:309). La encuesta se ha estructurado en torno a seis grandes bloques: 1. Conocimiento de las zonas urbanas; 2. Identidad y conciencia de pertenencia a una determinada zona urbana; 3. Participación en la zona; 4. Movilidad; 5. Equipamiento; y 6. Perspectivas de futuro para la zona.
El universo de la misma ha sido la población de Ciudad Real analizada en una muestra espacialmente estratificada en las distintas secciones de distritos censales del 2006 (García, 1981:57-59 y Hammnod y MacCullag, 1980:142-172). La población muestral se ha dividido en subconjuntos formados por todas las secciones de distrito de la ciudad (45 en total) con el fin de cubrir, de forma uniforme, todo el espacio y evitar sesgos de carácter territorial. A su vez, dentro de las secciones, se han seleccionado, mediante una técnica multicriterio, aquellas en las que sus valores poblacionales medios se corresponden con los del conjunto de Ciudad Real, aunque dentro de un margen o intervalo obtenido a partir de la ampliación del valor medio. Los criterios utilizados son: a) porcentaje total de hombres y mujeres; b) porcentaje de grandes grupos de sexo y edad, distinguiendo entre 25- 49 años y más de 50 años; c) porcentaje de población menor de 25 años.
Como resultado, de las 45 secciones que hay en Ciudad Real hemos seleccionado cinco (I.4, II.5, II.14, IV.3 y IV.4), que a nuestro juicio, y con los recursos empleados en esta investigación, son suficientes para garantizar el grado de certeza, máxime cuando están repartidas por todo el espacio urbano de Ciudad Real y comprenden muestras de las zonas interiores y exteriores a la Ronda.
Sobre esta muestra, con una técnica de grupos focales (Pablos y Sánchez, 20051:293), se han establecido distintos grupos de población bajo distintos criterios. En primer lugar, distinguiendo dos tipos de pobladores en cada sección de distrito muestreada: los pobladores originarios (aquellos que habitan en la zona más de una generación), y nuevos pobladores (los que habitan menos de quince años en la zona). En estos grupos se ha tenido en cuenta, además, su edad, su sexo y su nivel de estudios para diferenciar las distintas formas de percibir la zona urbana (en nuestro caso, una diferencia generacional considerable, el género y la formación intelectual). Cada subgrupo presenta como rasgo diferencial un estilo de vida propio, en virtud del cual se otorgan significaciones diferentes a las cosas y al entorno.
Dentro de cada uno los subgrupos para le elección de los individuos a encuestar, se ha tenido en consideración la proporción de población de la sección con respecto al total de la ciudad. Para aquellas secciones que representan entre el 0,5 y 2,5 % de población, 12 encuestas; y para las secciones que tienen entre 2,6 y 3,5 % de población, 48 encuestas. El total de encuestas realizadas es de 168.
Una vez determinado el número de encuestas y el perfil del individuo a encuestar en cada sección, se ha aplicado un sistema de selección aleatoria simple. Hemos utilizado una tabla de números aleatorios, previa numeración de las personas de más de 25 años que figuran en el censo, con la correspondiente diferenciación de género y edad. Por tanto en cada sección muestreada se diferenciaran doce grupos: los seis primeros para los comprendidos entre 25 y 49 años (nuevos pobladores), de los que tres corresponden a hombres con nivel de estudios 1, 2 ó 3, y otros tres, con la misma distinción de estudios pero para mujeres; los otros seis se distribuyen igual pero para el grupo de edad de más de 50 años (pobladores originarios).
Los resultados de las encuestas, una vez efectuado el vaciado de las respuestas, se han tabulado en tres tablas diferentes: en la primera los datos que afectan el grado de conocimiento de las zonas urbanas por los ciudadanos; en la segunda el nivel de identidad y participación; y en la tercera, aceptación e integración en la zona que se corresponden con los bloques 1, 2, y 3 de la encuesta(127).
Aquellas respuestas que no se circunscriben al “sí” o al “no” y que sirven, unas veces, para comprobar la veracidad de algunas respuestas; y, otras, para conocer las ideas o aportaciones sobre los aspectos positivos y negativos del barrio, se han agrupado por temas y no se han valorado con ninguna expresión numérica. Este es el caso, de los nombres de barrios que conocen las personas encuestadas.
Con respecto a los nombres de las zonas que debían incluirse en la encuesta hemos tomado, como punto de partida, los que se mencionan en los cuatro trabajos citados antes(128), y a ellos se han añadido aquellos que nosotros conocíamos, apoyándonos en las urbanizaciones de reciente construcción (Cuadro 5.3).
Los resultados más significativos de nuestra encuesta realizada en 2006 son los siguientes:
1. El número de barrios de la ciudad conocidos por los ciudadanos en 2006, incluidos los anejos, es de 23.
2. Sobre el nivel de conocimiento de los barrios hemos apreciado una gran diferencia en función de las respuestas: cuando se pregunta que enumeren los barrios, los encuestados no superan los 11 barrios, mientras que cuando se les pide que marquen los barrios conocidos, son señalados todos excepto la antigua Judería y las Orquídeas, que algunos dejan en blanco.
a. Los barrios que hemos considerado como “conocidos” son que aquellos que aparecen en el 90% de las personas encuestadas. Se trata de la mayoría de los que aparecen en el cuadro 5.3. La determinación del mayor conocimiento de un barrio está en función de las distintas funciones que desempeña: la Granja por situarse en él el Recinto Ferial y el mercadillo ambulante semanal; el barrio del Pilar por estar próximo al AVE y a una de las salidas hacia Madrid; La Guija por estar en él uno de los tanatorios de la ciudad y el centro comercial Leclerc; el del Nuevo Parque por tener el centro comercial Eroski, hasta el punto que muchos ciudadanos lo designan con este nombre en lugar del derivado del parque.
b. Los barrios menos conocidos por los ciudadanos son: la antigua Judería, Las Orquídeas, el del Padre Ayala y el Prado-El Carmen.
-El barrio de la antigua Judería se debe a que es un nombre histórico que no ha perdurado con el paso del tiempo.
Cuadro 5.3.- Comparación de los nombres de zonas de Ciudad Real utilizados en los distintos estudios de zonificación realizados
Fuente: Pillet (1984) Estudio del módulo H.P. del Pulgar (1989), Espinosa (1993) y encuesta 2006. Elaboración propia
-El barrio de Las Orquídeas se debe, en nuestra opinión, a que es una urbanización relativamente pequeña, de reciente construcción -mitad de los noventa- cuyo nombre es el que recibió en el momento de su edificación y que al no tener tradición muchos de los habitantes de Ciudad Real lo incluyen dentro del nombre genérico de las nuevas construcciones de la carretera de Piedrabuena.
-El barrio del Padre Ayala es más conocido entre los mayores de 50 años y menos entre los más jóvenes, debido a que se destruyó a finales de los noventa.
-Por último, el barrio de El Prado-El Carmen aparece, muchas veces, confundido con el centro.
3 Los barrios identificados por algún elemento significativo: por edificios singulares (nuevo Hospital, iglesia, rotonda “Quijote Azteca”, centro comercial…) y por una actividad dominante (“zona de marcha” para El Torreón, naves industriales en Larache, mercadillo en La Granja…). Este último tipo de identificación revela un alto grado de identidad del barrio conocido tanto por los ciudadanos que viven en él como por los que no. Tan sólo hay dos barrios que no son identificados por ningún hecho singular, y que coinciden con los menos conocidos: la antigua Judería en el que no existen restos de esta cultura, y Las Orquídeas, porque no tienen ningún edificio o actividad particular.
4 La percepción de la estratificación social de los barrios es otro hecho constatado por los ciudadanos en la encuesta. Destacan los considerados como de clase alta (El Torreón y el Centro), y los de clase baja (El Perchel-Santiago, El Pilar, La Granja, Padre Ayala y Pío XII), los restantes 16 barrios se perciben como de clase media en las distintas gradaciones presentadas en la encuesta.
5 La aceptación o conformidad con el barrio donde se vive. Lo hemos extrapolado como medición del grado de identificación con el mismo, resultando unos valores muy altos en todas las secciones muestreadas. Este indicador, en nuestra opinión, hay que tomarlo con bastante cautela, dado que no es frecuente que una persona que vive en un determinado barrio manifieste, en una encuesta hecha por una persona desconocida, su descontento con el lugar donde habita. No obstante se aprecian los siguientes hechos:
-Los hombres manifiestan mayor grado de satisfacción que las mujeres en los barrios que están alejados del centro y que no están muy dotados de servicios por ser construcciones recientes (comercio, centro educativo…).
-El nivel de satisfacción en los barrios extrarronda es superior en las personas con mayor nivel de estudios y con más posibilidades económicas por cuanto el barrio ha sido elegido por sus características específicas.
-En las secciones del Centro(129) el nivel de satisfacción es muy alto, tanto en hombres como en mujeres, y semejante en todos los grupos de edad, debido a que tienen mayor acceso a los servicios. La consideración social de estar viviendo en la zona centro de la ciudad es muy apreciada y valorada.
-En las secciones pertenecientes a las zonas intrarrondas que no pertenecen al Centro(130) tienen mayor nivel de satisfacción los nuevos pobladores (entre 25 y 49 años) que los mayores de 50 años. En los primeros, la valoración positiva viene marcada por la dotación de servicios y de ocio, especialmente la proximidad de la Universidad, mientras que para los segundos, la valoración es menos positiva por las molestias que ocasiona el ruido de la zona de “marcha” de los jóvenes en el Torreón.
6 La designación de una zona con un nombre concreto y el alto nivel de conocimiento que reflejan los encuestados contrasta con el nivel de participación en las fiestas o en la asociación de vecinos de esa zona. A excepción de algunos como: Pío XII, los Ángeles, El Pilar y el de Santiago-El Perchel.
7 La percepción de los límites de los barrios es muy imprecisa. Hay poca coincidencia sobre el particular entre las personas que viven en la misma zona. Unas veces agrupan espacios distintos en un mismo barrio –caso comentado antes sobre el Centro- y otras realizan distinciones excesivas- en el Perchel, algunos separan: zona de Las Terreras, Vicente Galiana, Santiago, calle de la Luz etc.
Podemos concluir, afirmando que los habitantes de Ciudad Real tienen una percepción clara de las distintas zonas que integran la ciudad, aunque no distinguen de una forma precisa los límites de las mismas. En el lenguaje corriente, al referirse a los espacios urbanos lo hacen a través de distintos topónimos para designarlos, e identifican zona con barrio, aunque ese área no responda a lo que en la literatura científica se entiende por barrio. Por ello entendemos que se hace necesario proponer una división espacial de la zona edificada de la ciudad, en la que se conjuguen esos nombres de áreas urbanas con las secciones censales. Lo consideramos necesario para evitar confusiones y tener, un marco de referencia espacial claro que nos sirva para estudiar la ciudad, sin olvidar que es una mera propuesta instrumental abierta y sometida a múltiples revisiones.
(124) La mención que hace de los barrios se centra, sobre todo, en las zonas construidas en área de extrarrondas, es decir, en la periferia de Ciudad Real, dónde diferencia: a) los surgidos antes de la Guerra Civil (1936): el de Larache o barrio del General Aguilera (1930); el Barrio de Oriente o de las Correderas (1933); el Barrio de Poniente (1935); el Barrio de la Peseta o de Alarcos (1935) y el Barrio de “las Casas Baratas” o ciudad Jardín (1930 por Iniciativa Pública). Estas áreas urbanas son de nueva planta y comienzan a denominarse con un nombre concreto que unas veces hace referencia al bajo precio de la vivienda como por ejemplo el Barrio de la Peseta, o el de las Casas Baratas; y otras al del antiguo propietario del solar como el del General Aguilera, quien poseía los terrenos de Larache; b) los barrios construidos después de la Guerra Civil que tienen una doble localización: unos dentro de la Ronda –como el Barrio del Padre Ayala construido por la iniciativa del jesuita Padre Ayala- y otros en el área de extrarrondas -pese a estar prohibido en la normativa municipal durante mucho tiempo-, diferenciando entre los barrios que tienen una sola planta como el Barrio del Pilar o de Jacobo Roldan (1946, construido por iniciativa Pública) y el de Santa María o de la Hormiga (1936 por Obra Sindical del Hogar y Arquitectura) o los que poseen cuatro o más plantas, como el barrio de Pío XII (de cuatroo más plantas) y el de los Ángeles (también de cuatro o más plantas, construido por Barrios García).
(125) Archivo Municipal del Excmo. Ayuntamiento de Ciudad Real. Módulo Comarcal de Promoción y Desarrollo “Hernán Pérez del Pulgar”: Ciudad Real. Estudio General de la población., cuadernillo VI, inédito.
(126) En el estudio de la percepción de los barrios nos han servido como punto de partida los trabajos realizados, bajo esta perspectiva, por Zárate y otros (1986a: 43-64), referido a Toledo; Somoza (1995: 307-314) sobre el barrio de Las Lagunas en Orense; y el de Ponce, Dávila y Ramos (1995: 280-292) sobre la totalidad de la ciudad de Alicante. En ellos la metodología empleada es la de la encuesta, y aunque ésta no se publica, por el análisis que realizan se observa una cierta tendencia hacia la opinión y vivencia del ciudadano en las labores de planificación urbana -que no es ahora nuestro objetivo-. Sin embargo, si se habla de los principios que las inspiran, de los objetivos que persiguen y de los resultados obtenidos y que a nosotros nos han servido para confeccionar nuestra propia encuesta.
(127) En la primera tabla se han consignado los porcentajes de conocimiento de los distintos barrios que se han dado en las respuestas (nº 1 y 2 de la encuesta) y se han establecido dos intervalos en función de que el porcentaje de conocimiento de los distintos barrios sea: mayor del 90 % “barrios muy conocidos” o menor del 90 % “barrios poco conocidos”. En la segunda tabla se han consignado: los elementos más significativos de cada barrio (pregunta nº 5) si aparecían en más del 75 % de las respuestas; a que clase social considera que pertenece el barrio se han establecido 5 categorías: alta, media-alta, media-media, media-baja, baja, N/C y se ha asignado cada barrio a una categoría concreta en función de que haya obtenido un 75 % de respuestas favorables; la participación en las fiestas del barrio (pregunta nº 16) se ha estructurado en tres intervalos: alta (cuando las respuestas favorables estaban comprendidas entre el 75-100 %), media (entre el 50 y el 75 %) y baja (menos del 50%); si tienen asociación de vecinos nos hemos limitado a consignar el nombre de la misma en función de los datos que figuran en la página web del Ayuntamiento y asignando cada una al barrio a que pertenecen.
(128) Pillet (1984), Módulo Hernán Pérez del Pulgar (1990),Espinosa (1992 y 1993) y Asociaciones de Vecinos
(129) La sección muestreada es la 1.4 que está comprendida entre la Avda. del Rey Santo y la calle Ciruela con la inclusión de la plaza del Pilar
(130) Tales como la sección 2.14 (entre Pedrera Baja y la Ronda de El Carmen); 4.3 (Calatrava, Conde de la Cañada- Corazón de María y Mata; 4.4. (Calatrava, Conde de la Cañada- Corazón de María y Lirio).
La zonificación de la ciudad que hemos propuesto se ha realizado en función de los distritos y secciones, por ser esta la zonificación oficial desde 1923. Nuestra propuesta de zonificación urbana agrupa estas secciones en grandes zonas (Centro, primera periferia y segunda periferia) y en zonas más concretas y de menor tamaño. Para estas últimas, hemos identificado distintas áreas homogéneas en la ciudad que integran tanto la división administrativa como la perceptiva de los ciudadanos y las hemos denominado “zonas urbanas”. Estas zonas son espacios urbanos con límites precisos a través de distritos y secciones censales. Estas zonas urbanas son una forma de referencia espacial de la ciudad, y no una zona organizada exclusivamente con valores sociológicos.
La delimitación de cada zona urbana, al no existir ninguna de carácter oficial, no es posible hacerla sólo en función de los ciudadanos. Por ello hemos optado, al hacer nuestra propuesta, por utilizar de forma conjunta, todos los nombres que hemos detectado en ella. Somos conscientes de que este sistema puede generar una cierta confusión pero, entendemos que los diferentes nombres indican focos o hitos identificativos de la zona, por lo que hacer una selección de uno de ellos no se ajustaría a la realidad y consideramos que daría lugar a mayor confusión.
El criterio que hemos empleado para designar cada una de las zonas ha sido: la correlación entre secciones y elementos significativos, de tal manera que las zonas percibidos ahora corresponden a un número de secciones determinadas. Los limites de estos barrios los hemos hecho coincidir con los limites propuestos por las secciones censales, lo que facilita el análisis estadístico de la ciudad y resuelve la delimitación difusa de las zonas percibidas.
La asignación de secciones a una u otra zona se apoya en las respuestas de la encuesta y en la observación del plano de distritos y secciones. Hemos propuesto un total de 23 zonas urbanas con distinta extensión (Cuadro 5.4 y Figura 5.7) y que se pueden agrupar en:
a) Zonas urbanas dentro de Ronda*
-Centro
-Catedral- Morería- Colegio Público Carlos Eraña
-El Carmen-Pedrera Baja
-Plaza de Toros-El Cuartel
-Rectorado-Puerta Toledo
-Santiago o El Perchel
-Las Terreras
-Lirio-Judería
-Torreón
* Fichas individualizadas en próxima publicación.
Cuadro 5.4.- Propuesta de zonas urbanas, adaptadas a las secciones censales en Ciudad Real (2008)
Fuente: Elaboración propia con datos de Encuesta y Ayuntamiento de Ciudad Real
Figura 5.7.- Nuestra propuesta de zonas urbanas en Ciudad Real. 2008
Fuente: Ayuntamiento de Ciudad Real. Elaboración propia
b) Zonas urbanas fuera de Ronda*
-Ciudad Jardín-Casas Baratas-Iglesia Sto. Tomás
-Las Orquídeas-Los Girasoles
-La Granja-Recinto Ferial-Mercadillo
-Pío XII
-Puerta Santa María-Seminario
-La Guija-Cementerio-Tanatorio
-Universidad-Carreterín de la Atalaya
-Ronda Calatrava-Polideportivo P. Juan Carlos
-El Pilar
-AVE-Eroski-Nuevo Parque
-Los Ángeles-Marianistas
-Ctra. Fuensanta-ONCE-Antigua RENFE
-Nuevo Hospital-Polígono Larache-Nuevos Juzgados
* Fichas individualizadas en próxima publicación.
Las “zonas urbanas” que están dentro de la primera Ronda tienen una extensión de 1.172 km2 (el 8,7% del total del casco urbano) oscilando la superficie de las secciones entre 0,039 y 0,426 km2 y una densidad superior a 24.461 hab./km2. Mientras que las que están fuera de la primera Ronda tienen una menor densidad (entre 803 y 21.638 hab. / km2); y una mayor extensión (12,18 km2 que representa el 91,2%).
Hemos realizado de cada una de las zonas una ficha en la que se detalla de manera gráfica las características de la zona urbana y su transformación urbana. Presentamos el modelo de la zona urbana Centro, y para el resto de zonas nos remitimos a una próxima publicación que se está preparando.
Figura 5.8.- Nombre de la Zona Urbana: CENTRO
Ayuntamiento de Ciudad Real. Elaboración propia
Cuadro 5.5.- Distribución y evolución de la población
Fuente: INE (1975, 1981,1991, 2001 y 2008). Elaboración propia
Figura 5.9.- Grandes grupos de edad (2008)
Fuente: INE (2008). Elaboración propia
Figura 5.10.- Pirámide de población (2008)
Fuente: INE (2008). Elaboración propia
Figura 5.11.- >Nivel cultural (1975-2006)
Fuente: Pillet, 1984: 542-543 y Padrón Municipal. Elaboración propia
Figura 5.12.- Inmigración (2008): porcentaje de población inmigrante
Fuente: INE (2008). Elaboración propia
Figura 5.13.- Inmigración (2008): inmigración por continentes
Fuente: INE (2008). Elaboración propia
Figura 5.14.- Inmigración (2008): principales nacionalidades
Fuente: INE (2008). Elaboración propia
Figura 5.15.- Número de edificios según alturas. 2001
Fuente: INE. Censo 2001. Elaboración propia
Figura 5.16.- Dotacional 2008
Fuente: Ayuntamiento de Ciudad Real. Elaboración propia
- I.E.S. Sta. Mª de Alarcos
- I.F.P. Salesiano Hermano Garate
- Museo López Villaseñor
- Museo Provincial
- Museo y archivo Diocesano
- Museo Elisa Cendrero
- Museo Ángel Andrade
- Museo convento de las Mercedarios
- Sala exposiciones y auditorio Caja Madrid
- Casa de la cultura
- Catedral
- de la Merced
- del c. San José
- de San Pedro
- de San Ignacio
- Siervas de María
- Ciudad Real IV
- C. San José
- I.C.P. Santo Tomas de Villanueva
- C. Salesiano Hmno. Garate
Figura 5.17.- Zonas verdes 2008
Fuente: Ayuntamiento de Ciudad Real. Elaboración propia
CARACTERIZACIÓN DE LA ZONA URBANA
La zona urbana denominada “Centro” se corresponde con el casco histórico de la ciudad, en él incluimos once secciones censales. Es la zona de mayor valor arquitectónico de la ciudad, pese al gran deterioro y derribos de los años 70. En el Centro se localizan las plazas más importantes: la plaza Mayor (donde se encuentra el Ayuntamiento) y la del Pilar (foco de gran actividad bancaria y comercial). Prácticamente todos los edificios singulares de la ciudad se encuentran aquí: la Catedral, el antiguo Casino, Iglesia de San Pedro, Diputación...
Desde el punto de vista poblacional, se trata de un barrio envejecido en fase estacionaria (como se puede observar en la pirámide) donde el peso de la población de más de 65 años es ligeramente superior al de niños, con un remanente de población adulta muy considerable. El nivel cultural es relativamente elevado para el conjunto de la ciudad, y se ha observado una notable mejora en este aspecto. Cerca del 7% de la población es inmigrante (6,9%), destacando la población latinoamericana sobre el resto.
Respecto a la morfología del Centro, podemos decir que se trata de una zona que se caracteriza por bloques de 4 y 5 alturas y una fuerte densificación que ha ido disminuyendo durante el periodo de estudio.
Las zonas verdes no son muy abundantes, tan sólo podemos destacar el parque Gasset y los ajardinamientos de las plazas e iglesias.
RODRIGUEZ-DOMENECH, Mª A. (2012). Nueva realidad urbana y Territorial de Ciudad Real (1980-2010). Ed. Instituto de Estudios Manchegos (CSIC). Ciudad Real. ISBN: 84-87248-28-3