Palacio de Coca de Ciudad Real

EL PALACIO DEL CHANTRE DE COCA

(Curioso edificio del siglo XV en nuestra capital)

Palacio de Coca de Ciudad Real

Hace media década que, hice el descubrimiento de este singular edificio en Ciudad Real. Yo, entonces, con veinte años de edad, tuve la grata experiencia de culminar un pequeño proceso que empezó de la mano de don Julián Alonso allá por el año 1941 cuando rastreaba por el intacto barrio cristiano, las pistas del oculto palacio del Chantre de Coca. Búsqueda que fue secundada por el cronista-historiador Bernabéu, y que ambos abandonaron el torno al año 1958 (a raíz del grave atentado arquitectónico que se cometió con la "Casa de la Torrecilla" y ante la inesperada muerte de don Emilio Bernabéu, acaecida el 25 de marzo de aquel año).

Treinta y seis años después de la lamentable desaparición de la "Casa de la Torrecilla" y del fallecimiento de don Emilio Bernabéu, un día primero de mayo de 1994 casualmente, encontraba lo que fuera la Casa-Palacio del Confesor y Capellán personal de los Reyes Católicos, don Fernando Alonso de Coca, edificio muy transformado pues había transcurrido seis siglos desde sus orígenes.

En este palacio que, se esconde tras los muros de una sencilla casa en la calle Real, número 17, se conserva un arco ojival -muy similar al que existió cerca del arco-puerta de entrada al antiguo Concejo de la ciudad, en la calle Pozo Concejo-, recuperado el arco-puerta gracias a la familia Herencia Olivas. El arco ojival del Palacete de Chantre de Coca, magnífica pieza de arquitectura civil del siglo XV, posee sobre su dintel, un escudo de armas por ambos lados -gracias al cual- deduje que era el perteneciente al Chantre de Coca. Luego después de llevar -ex profeso- a dos testigos relevantes y a otras numerosas autoridades y, darles cumplida cuenta sobre mi descubrimiento. Días después salió publicado en los medios de comunicación el hallazgo y sus autores. justo, encima del enorme arco, y en la parte superior de éste, se encuentra una extraordinaria ventana labrada en piedra de sillería, de estilo mixtilineo pentalobulada y bordeada con puntas de diamante, teniendo en sus enjutas por separado dos leones rampantes sobre escudo y ambos encontrados, resaltándose en su interior, un pino y, faltándole en el centro la columna sustentadora.

Bien es verdad que este Palacete del Chantre de Coca, ha sido visitado por particulares, historiadores, arquitectos, periodistas, escritores, políticos, escultores, fotógrafos, poetas, jueces, sacerdotes, etcétera, y siempre o en su enorme mayoría acompañados por este escribidor. Era y es curioso observar el asombro y la sorpresa que provoca, tanto el arco ojival como la ventana geminada. Uno parece tener la sensación de estar en pleno siglo XV.

Impresiona estar en un patio poco común, que no es ni de ladrillo industrial ni de cemento gris. Un patio manchego encalado hasta sus cimientos y adornado rabiosamente con albahaca, geranios, suegras y nueras, hierbabuena, pericones y sándalo. Y causa alegría asomarse a la cueva roquera, que según los ancianitos de la Casa-Palacio se comunicaba a no sé dónde, ni a qué lugar.

Palacio de Coca de Ciudad Real

Y es que, todo esto que describo camina por los senderos de la extinción, pues el "progreso urbanístico" lo han hecho los propios constructores y técnicos, de dudosos criterios de conservación y protección.

Curiosamente este edificio histórico no está incluido en el catálogo de Bienes Protegidos y de ser así, podría correr la misma suerte que el otro Palacete que hasta el pasado 16 de junio estaba intacto en la misma calle Real, n" 26, y que fue destruido con toda alevosía y sin permiso previo de derribo.

Al hilo de lo expuesto, recuerdo como mi buen amigo y arquitecto, Eusebio García Coronado, refirió en este mismo diario hace unos días que, -"yo miro hacia atrás y él, mira hacia delante, yo al pasado y él hacia el futuro"- simplemente por el mero hecho de interesarme por la historia.

Amigo Eusebio, ¿ha existido la arquitectura en el siglo XX?, ¿crees que lo que se ha venido construyendo en Ciudad Real durante los años cuarenta, cincuenta, sesenta, setenta, ochenta y noventa puede llamarse arquitectura? Creo que más que progreso urbanístico es retroceso.

Yo quiero amigo mío... un Ciudad Real progresivo, dinámico y remozado, pero al mismo tiempo, firme y estático, anclado en su historia y tradición de siglos. Respetuoso con un estilo de ciudad castellano-manchega y eso sí conservando a todas luces lo que nuestros antecesores en la metrópoli nos dejaron.

Si esto no es posible -amigo Eusebio- será baldío por lo que estamos luchando por salvaguardar nuestra propia identidad. Si yo estoy llamando al fracaso como tú me decías, por conservar lo que a tu juicio no vale, no naufragaría yo sólo, si no todos, incluidos nuestros hijos, nietos y generaciones venideras. Así de sencillo.

Palacio de Coca de Ciudad Real

JOSÉ LÓPEZ DE LA FRANCA Y GALLEGO

Diario Lanza, 12 julio 1998

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